“No se suponía que fuera a ser algo tan importante”, dijo Joersz en una conversación por teléfono desde su casa en Texas y recogida por CNN.Pero hasta ahora, sigue siendo algo muy relevante. Fue hace casi 40 años y el récord permanece. “Sabíamos que íbamos a establecer algunos récords, pero no lo vimos como algo que duraría tanto tiempo”.
Lo que está claro es que ese avión era especial. De hecho, desde los años sesenta hasta los noventa, el SR-71 resultó ser una importante herramienta de inteligencia que ayudó a calmar las crecientes tensiones entre Estados Unidos y la Unión Soviética durante la Guerra Fría.
Había un buen ánimo en la Base de la Fuerza Aérea de Beale en California el 28 de junio de 1976 mientras el personal en tierra aseguraba a Joersz y a Morgan en sus asientos. Pronto estaban volando a 80.600 pies de altura (más del doble de altura de los aviones de pasajeros) tan alto que Joersz recuerda haber visto la curvatura de la Tierra.
Después de estabilizarlo, él aceleró el avión al máximo a lo largo de la mayor parte del primer tramo de los 15 kilómetros en línea recta. Para batir el récord, las reglas establecían que Joerszdebía dar la vuelta y repetir el mismo trayecto prácticamente a la misma altitud. Morgan le daba a Joersz señales de audio para alertarlo respecto a cuándo cambiar de curso.
“Disminuí la velocidad e inicié la vuelta: 90 grados a la izquierda y luego un giro de 270 grados a la derecha”, dijo Joersz. El avión retomó el curso con precisión unos 24 kilómetros de altura.Morgan y Joersz se animaban el uno al otro por sus auriculares, recordó Morgan. “‘¿Qué piensas?¿Lo vamos a lograr? ¡Claro, esto es pan comido!’”
Como Joersz lo recuerda, después de volar sobre cuatro estados, aterrizaron de manera segura de nuevo en Beale a solo 55 minutos después de despegar. El avión se detuvo. Joersz y Morgan salieron de sus cabinas y fueron recibidos por una multitud de personas importantes que los saludaban, les daban la mano y les daban palmadas en la espalda. La celebración contó con la presencia de generales, ejecutivos de Lockheed y una llamada de felicitación del comandante en jefe del Mando Aéreo Estratégico de la Fuerza Aérea.
Ahora, cuatro décadas después, el avión que Joersz y Morgan volaron ese día se encuentra dentro de un hangar en el Museo de la Aviación cerca de la Base de la Fuerza Aérea Warner Robins de Georgia.
Otros aviones han volado más rápido (de manera no oficial)pero este es el que estableció el récord oficial para un avión pilotado que funcionaba con un motor con conducto de ventilación.