¿Qué tipos de liderazgos podemos adaptar? Muchísimos. Normalmente la empresa necesita dos modelos, un líder realista y otro visionario. El primero será el encargado de llevar un planning que no se vaya de las manos –tanto financiero como de personal-, mientras que el segundo se ocupará de motivar a los empleados y aportar nuevas ideas y puntos de vista que quizás solo él pueda ver.
Un artículo de la web americana Fast Company resume la diferencia entre líder y manager de una forma muy acertada: “Un manager se asegura de que las personas de su equipo tengan todo lo necesario para ser productivos y exitosos. Por su parte, un líder puede ser cualquier miembro de un equipo que piense “desde fuera de la caja” o que tenga habilidad o experiencias que puedan ser útiles para su equipo”.
Sin embargo, podemos pensar que el líder es una figura única e incluso autoritaria por el bien grupal, pero no. El mandamás que guía al equipo debe de formar a otros líderes, para que cada uno se sitúen en el ámbito que mejor puedan controlar. Una cualidad del buen líder es la honestidad para saber cuándo alguien puede mejorar su trabajo, y ceder su poder.
Un estudio de Harvard Business Review reveló que cada empresa debe de tener distintos tipos de líder, con lo que todos son igual de valiosos entre sí. Complementarse a la hora de dar órdenes es el futuro de la firma, ¿estás dispuesto a ser parte de esas filas de superiores? Puedes trabajar en ello y conseguirlo, piensa que posees alguna capacidad que puede hacerte destacar al mando.