Cuando ayer, en la elegante plaza Vendôme de París los máximos dirigentes de Air France y KLM presentaban al mundo la nueva cabina La Première en un evento público cargado de glamour, en las oficinas del grupo franco-neerlandés se daban las últimas pinceladas a una jugada que sacudirá el escenario de la aviación europea.
Air France-KLM ha puesto sobre la mesa una oferta de 300 millones de euros para adquirir el 51% de Air Europa, la aerolínea española propiedad de la familia Hidalgo y su holding Globalia. No es solo una transacción; es un movimiento estratégico para reforzar su presencia en España y aprovechar la consolidada red sudamericana de Air Europa, un activo clave en su apuesta por crecer en el mercado global.
Un golpe sobre la mesa tras La Première
El timing no es casualidad. La presentación de La Première —una cabina de primera clase que eleva su ya alto estándar con suites de cinco ventanas, configurables en silla, chaise longue o cama, y un servicio que destila la esencia del lujo francés— fue el escaparate perfecto para mostrar músculo.
Air France-KLM, que cerró 2024 con un récord de 94 millones de pasajeros transportados entre Air France, KLM y Transavia, no se conforma con renovar su flota o pulir su oferta premium. Quiere crecer, y España podría ser su próximo paso.
Según fuentes cercanas a las negociaciones, el grupo ha ofrecido 300 millones en efectivo a la familia Hidalgo por esa mayoría accionarial, comprometiéndose además a asumir los 475 millones de euros de deuda que Air Europa arrastra con el gobierno de España desde el rescate pandémico de 2020.

El valor de Air Europa
Air Europa no es un peón menor en este tablero. Con sede en Llucmajor, Mallorca, y hub en Madrid-Barajas, la compañía opera 22 B787 Dreamliner de largo alcance y 26 B737 de corto y medio recorrido. Con estos dos modelos de Boeing, transportó a 12 millones de pasajeros en 2024. Su fortaleza está en Sudamérica y el Caribe, con rutas clave a ciudades como Buenos Aires, Bogotá, São Paulo o La Habana, mercados donde Air France-KLM, cada vez más presente, tiene menos peso frente a rivales como IAG (British Airways y sobre todo Iberia).
Además, como miembro de SkyTeam —la alianza que comparte con Air France, KLM, Delta y otros—, Air Europa ya tiene sinergias operativas con el grupo, desde códigos compartidos hasta programas de fidelidad. Hacerse con el 51% no solo le daría control, sino un trampolín hacia el lucrativo tráfico transatlántico.
Lufthansa: rival en la sombra
Air France-KLM no está solo en esta partida. Lufthansa, el gigante alemán, también ha movido ficha con una oferta de 240 millones de euros por el 25% de Air Europa. A diferencia de la propuesta gala-neerlandesa, que inyecta liquidez directa a los Hidalgo y asume la deuda, la de Lufthansa plantea una ampliación de capital para sanear las finanzas de la aerolínea, valorándola en unos 800 millones.

Los alemanes, que mantienen un acuerdo de wet-lease con Air Europa —actualmente un 787 español vuela exclusivamente la ruta Bruselas-Nueva York para Brussels Airlines—, apuestan por una entrada más gradual, con promesas de encargar diez Boeing Dreamliner más para reforzar la flota de largo alcance. Los Hidalgo, que controlan el 80% de Globalia, se enfrentan ahora a una encrucijada para su querida compañía aérea: tener liquidez inmediata con Air France-KLM u optar por una apuesta a futuro con Lufthansa.
El trasfondo: consolidación y deuda
Esta puja desde Francia, Países Bajos y Alemania llega tras el largo y finalmente fallido intento de IAG por comprar Air Europa. En 2024, el grupo de Iberia, British Airways y Vueling, que ya posee un 20% de la española, abandonó la adquisición total por las exigencias de la Comisión Europea, temerosa de un monopolio en rutas clave desde Madrid.
Air France-KLM y Lufthansa, con hubs en París, Ámsterdam y Frankfurt/Múnich, enfrentan menos riesgos regulatorios, aunque el escrutinio de Bruselas será inevitable. La operación, de cerrarse con Air France-KLM, podría aumentar los vuelos entre ciudades españolas y los hubs del grupo, conectando pasajeros a su red global, un modelo ya ensayado con SAS, de la que adquirió un 19,9% en 2024.

El trasfondo financiero también pesa. Air Europa debe devolver 475 millones al gobierno en noviembre de 2026, con intereses entre el 2% y el 9%. Tras dos años de récord —2.900 millones de ingresos y un EBITDA superior a 200 millones—, los Hidalgo buscan un socio que les dé oxígeno y mantenga valor. Air France-KLM, con Société Générale como asesor, ofrece una solución integral: dinero en el bolsillo y deuda cubierta. Si prospera, Air Europa podría integrarse en la joint venture transatlántica de Air France, KLM, Delta y Virgin Atlantic, un golpe maestro para captar el tráfico entre Europa y América Latina.
¿Qué sigue?
La pelota está en el tejado de los Hidalgo. Air France-KLM, con su CEO Ben Smith al frente, ha dejado claro su apetito por crecer tras un 2024 sólido (4.100 millones de EBIT). Lufthansa, con su precisión teutona, no se rendirá fácil.
Mientras, en la plaza Vendôme, La Première brilló ayer como símbolo de una ambición mayor: redefinir el cielo europeo contando también con Madrid.
La aviación continental contiene el aliento.