El 15 de marzo de 1950, un entonces flamante Douglas DC-4 despegó del aeropuerto madrileño de Barajas rumbo a Ciudad de México. El avión, que hizo escala en Lisboa, Azores, las Bahamas y La Habana, transportaba a un pasaje que había pagado 486 dólares por el billete de ida y el de 874,80 dólares la ida y vuelta -lo que equivalía a 4.204 y 7.568 pesos mexicanos al cambio de la época. Así daba comienzo una de las rutas señeras de Iberia, que, desde entonces, se ha convertido en un elemento clave de la posición de liderazgo de la aerolínea española en el mercado aéreo entre México y Europa.
Desde ese entonces, Iberia ha seguido reforzando su operación con México, llegando en la actualidad a contar con una capacidad de más de 2.000 asientos diarios conectando ambos países. En concreto, Iberia cuenta en la actualidad con tres vuelos diarios (21 frecuencias semanales) operados íntegramente por aviones A350, lo que supone una capacidad de más de 772.000 asientos programada para 2025.
Impacto social de la ruta de Iberia
El pasado sábado día 15, para conmemorar la efeméride, los pasajeros de los tres vuelos entre ambas ciudades fueron obsequiados con unas postales del Alebrije, la figura fantástica más colorida del arte popular mexicano, cortesía de la Casa de México en España, institución con la que Iberia ha firmado recientemente un acuerdo para impulsar el programa de becas dirigido a estudiantes mexicanos. Este acuerdo proporcionará hasta 30 vuelos México-Madrid para los estudiantes seleccionados en la convocatoria 2025-2026, facilitando su traslado y contribuyendo a la internacionalización del talento mexicano.
Ademas, cabe resaltar que, según datos facilitados por la aerolínea, la ruta de Iberia entre Madrid y Ciudad de México genera 11.370 empleos, entre directos, indirectos e inducidos, y contribuye con 336 millones de euros al PIB de ambos países