Bruselas es una de las capitales mundiales del cómic. Es la cuna de la escuela franco-belga, de la revista Pilôte, de tantos y tantos personajes y autores, de algunas de las mejores librerías de cómic del mundo y, desde luego, la ciudad de Tintín y de Hergé. El intrépido reportero, además de ser protagonista de auténticas obras maestras del Noveno Arte e impulsor de la vocación periodística de más de un y una plumilla, es todo un atractivo de viaje; y las autoridades turísticas de la capital belga, conscientes de ello, juegan con uno de sus hijos más famosos, cuya efigie adorna no pocos rincones de la ciudad.
Una de las iniciativas más efectivas de promoción es la Guía de Tintin, que acaba de ver una nueva edición. Con la guía, editada por visit.brussels en colaboración con Tintinimaginatio, los viajeros podrán descubrir la ciudad desde la perspectiva del icónico reportero creado por Hergé.

La guía -en varios idiomas y a la venta en la Oficina de Turismo de Bruselas en la Grand Place y en su página web- propone una ruta única que lleva a los visitantes a los lugares que inspiraron las míticas aventuras de Tintín. Desde el Parque de Bruselas, cuyos senderos evocan las escenas de «El cetro de Ottokar», hasta el Palacio Real, que sirvió de modelo para el Palacio de Muskar XII en el mismo álbum. Uno de los puntos más emblemáticos del recorrido es la Place du Jeu de Balle, famosa por su pequeño mercado de antigüedades, donde Tintín descubre la maqueta del unicornio en «El secreto del Unicornio”, y que hoy sigue siendo uno de los “rastros” más alucinantes de Europa.

Pero la magia de Tintín no se limita a los escenarios de sus aventuras. La ciudad está salpicada de homenajes a su figura, como la estatua de Tintín y Milú en la estación de tren de Bruselas-Midi, que reproduce una escena de «Tintín en América», o el mural en la calle de l’Étuve, cerca del Manneken Pis, donde lucen Tintín, Milú y el Capitán Haddock.

Esta ruta de cómic por Bruselas no estaría completa sin una visita al Centro Belga del Cómic, en la calle des Sables, 20. Este museo rinde tributo a la rica tradición del cómic belga y ofrece exposiciones dedicadas a Hergé y a su célebre personaje. Un lugar imprescindible para los amantes del cómic: seguro que hay uno muy cerca de usted.