Cuando los mercados pensaban que ya lo habían visto todo, llega una posible tregua en Ucrania que podría provocar importantes cambios en los pronósticos y los mercados. La propuesta de Zelenski de una paz parcial a Rusia, con un alto el fuego por aire y mar, y su inesperada invitación a Trump para firmar el acuerdo sobre tierras raras han reavivado el debate sobre qué pasará con los mercados si, de repente, se produce el alto el fuego. La pregunta ya no es si este conflicto puede acabar, sino cómo reaccionarán las bolsas, las divisas y los sectores estratégicos si esto ocurre.
Para los inversores, esto es un rompecabezas de alto nivel. No es solo que el gas pueda bajar o que Europa respire aliviada, sino que hay una serie de efectos en cadena que pueden dar la vuelta a lo que hasta ahora parecía una tendencia clara. Algunos sectores saldrán ganando, otros tendrán que redefinir su estrategia y, como siempre en la bolsa, lo que parece lógico a veces es justo lo contrario.
¿Energía más barata?
Uno de los puntos críticos es el precio de la energía. En teoría, un alto el fuego debería empujar el precio del gas y del petróleo a la baja. Y aunque en la teoría esto suena bien, Deutsche Bank advierte que la cosa no es tan sencilla. La reapertura de los flujos de gas ruso a Europa no es automática ni inmediata. Washington sigue empujando para que Europa dependa más de su gas natural licuado y menos del ruso. Si Europa cede, los precios caerán, pero si no lo hace, el impacto puede ser menor de lo esperado. Y cuidado, porque si el gas baja hasta los niveles previos a la guerra (30€/MWh), algunas empresas energéticas que han vivido una época dorada con los precios altos como Equinor y Shell podrían ver caer sus ingresos y, con ellos, sus cotizaciones.
¿Caída del dólar?
En el mercado de divisas, Julius Baer destaca un escenario interesante. Un dólar más débil y un euro fortalecido. La lógica es simple. Si la tensión en Europa baja, el billete verde pierde atractivo como refugio y las divisas más ligadas al crecimiento global, como el euro o incluso algunas monedas emergentes, podrían repuntar. Además, si la inflación en Europa baja más rápido gracias a un petróleo más barato, el Banco Central Europeo (BCE) podría tener margen para recortar tipos antes de lo previsto, lo que también jugaría a favor de las economías del Viejo Continente.
¿Freno al rally europeo?
Pero hay algo que podría ensombrecer el rally europeo. La reconstrucción de Ucrania. Aquí es donde la euforia se mezcla con la realidad. Algunas cifras que se han barajado hasta el momento, apuntan a necesidades por valor de 500.000 millones de dólares. sin embargo, Citi avisa de que algunos inversores pueden estar pecando de optimismo con los beneficios económicos de la reconstrucción ucraniana. Sí, habrá contratos para infraestructuras, materiales y construcción, pero el impacto real en el PIB de países como Polonia o Alemania será limitado. Además, la financiación de la reconstrucción sigue siendo una incógnita, y sin un acuerdo claro, las expectativas pueden esfumarse antes de tiempo.
Luces y sombras para los emergentes
Los mercados emergentes también están en el punto de mira. Países de Europa del Este, como Hungría o Rumanía, podrían verse beneficiados si la estabilidad regresa a la región. Pero hay matices. Kazajistán, por ejemplo, que ha estado jugando un papel clave como intermediario comercial de Rusia, podría ver afectadas sus exportaciones si las sanciones occidentales se flexibilizan y Europa empieza a comprar directamente a Moscú. Así que, como siempre, hay ganadores y perdedores.
El rearme europeo
Otro de los puntos más paradójicos de este escenario es el auge de la industria armamentística. Parece contradictorio que una tregua impulse las acciones de empresas de defensa, pero eso es justo lo que está pasando. Y tiene sentido. Un alto el fuego que se produce sin que Europa y Estados Unidos hayan estado directamente en la mesa de negociación refuerza la idea de que el continente no puede depender de Washington para su seguridad. Esto significa una cosa, más gasto militar y, por ende, más contratos para compañías como Rheinmetall, BAE Systems o Saab. De hecho, las acciones de Rheinmetall han subido más de un 50% en el último mes anticipando esta nueva situación.
Tierras raras y materias primas
En el lado de las materias primas, Julius Baer pone un toque de realismo. Sí, el acuerdo entre Estados Unidos y Ucrania sobre tierras raras ha generado revuelo, pero la idea de que esto cambiará el equilibrio global es, de momento, exagerada. El mundo no tiene una escasez real de estos minerales y aún está por verse si Ucrania puede ser un competidor viable en los mercados internacionales. Además, este tipo de acuerdos suelen tardar años en materializarse en producción real, así que, por ahora, no parece que vaya a mover mucho el mercado de metales.
Entonces, ¿qué deben hacer los inversores? Como siempre, evitar reacciones impulsivas. Un alto el fuego puede traer cambios importantes, pero el mercado ya ha demostrado que a veces descuenta noticias antes de que ocurran y otras veces reacciona en sentido contrario a lo esperado. La clave estará en cómo se desarrollen los detalles del acuerdo y en si realmente se traduce en un cambio estructural en la economía europea. Como dice Julius Baer, «es hora del espectáculo». Y en los mercados, eso significa oportunidades, pero también trampas para los desprevenidos.