El arquitecto chino Liu Jiakun (Chengdu, 1956) ha obtenido el Premio Pritzker 2025 por crear edificios que combinan la simplicidad y el respeto por el entorno, fusionando el patrimonio cultural con la innovación. Su obra, marcada por una profunda sensibilidad social y una conexión única con los contextos locales, ha sido fundamental para redefinir la arquitectura contemporánea en China. Uno de sus trabajos más emblemáticos es una pequeña casa en Sichuan, construida con ladrillos fabricados a partir de los escombros del terremoto de 2008, un homenaje a las víctimas y a la resiliencia de la región.
Esta catástrofe sísmica, que terminó con la vida de más de 90.000 personas y destruyó gran parte de la provincia, también marcó el inicio de una obra que resonaría profundamente en la arquitectura contemporánea.
La sencillez de este proyecto tiene un trasfondo poderoso: no es solo una edificación, sino un homenaje a las víctimas de la tragedia. La casa fue levantada en honor a Hu Huishan, una joven de 15 años que perdió la vida bajo los escombros de su escuela durante el terremoto. Este proyecto es, para Liu Jiakun, uno de sus trabajos más significativos, una muestra de cómo la arquitectura puede fusionarse con la memoria, la resiliencia y la restauración de un territorio devastado.
Liu ha demostrado a lo largo de su carrera que la arquitectura puede jugar un papel clave en la sanación de las heridas dejadas por los desastres.
Este reconocimiento no solo honra la habilidad técnica y creativa de Liu Jiakun, sino también su compromiso con el legado humano y social de la arquitectura.
Descubramos quién es Liu Jiakun
Liu Jiakun es un arquitecto chino reconocido por su enfoque innovador y su capacidad para fusionar elementos tradicionales chinos con principios de diseño contemporáneo. Fundador del estudio Jiakun Architects, ha sido una figura clave en el desarrollo de la arquitectura en China, particularmente en lo que respecta a la integración del patrimonio cultural con la modernidad.
Nacido en Chengdu, Sichuan, Liu Jiakun ha dejado una huella significativa en el panorama arquitectónico global. Su trabajo está marcado por una profunda reflexión sobre el contexto cultural, social y medioambiental en el que se inserta cada proyecto. En lugar de seguir las tendencias internacionales de manera impersonal, Liu busca una arquitectura que sea auténtica y respetuosa con su entorno. Su enfoque se caracteriza por la simplicidad y la funcionalidad, con un fuerte énfasis en el uso de materiales locales y sostenibles.
Uno de los aspectos más destacados de su obra es la Casa en las Nubes (2007), un proyecto que se encuentra en la zona rural de Sichuan, en el suroeste de China. Esta obra se caracteriza por su diseño minimalista y el uso de materiales naturales, como la piedra y la madera, que se adaptan perfectamente al entorno montañoso. A través de este proyecto, Liu Jiakun demuestra cómo la arquitectura puede convivir en armonía con el paisaje, respetando el pasado mientras proyecta hacia el futuro.
Otro proyecto emblemático de Liu Jiakun es el Museo de Arte de Chengdu (2013), que refleja su habilidad para combinar la modernidad con elementos tradicionales chinos. En este caso, el diseño busca crear una conexión entre los visitantes y la historia cultural de la región, al mismo tiempo que ofrece un espacio para el arte contemporáneo. Su estilo arquitectónico no solo está enfocado en la estética, sino también en el bienestar de los usuarios y la creación de una atmósfera única y reflexiva.
Liu también ha trabajado en proyectos de restauración y renovación de edificios históricos, lo que demuestra su respeto por el patrimonio cultural de China.