Dentro del mundo del arte la profesión de asesoría de colecciones es uno de los más solicitados. Más aún durante esta semana que arranca ARCO. Cristina Anglada (Madrid, 1984) lleva años acompañando a coleccionistas internacionales que acuden a sus servicios para visitar artistas locales antes de pisar la Feria de Arte Contemporáneo. Muchos coleccionistas confían en los conocimientos de esta comisaria de arte independiente y gestora cultural que se licenció en Historia del Arte por la Universidad Complutense y estudió el Máster en Historia del Arte Contemporáneo y Cultura Visual del Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía.
Detrás de la partitura que compone una colección está la figura de una asesora de arte. Para ello no solo hay que conocer la historia sino el imperioso presente que debe armonizarse con el gusto y la colección del espacio al que se enfrenta.
Anglada desprende un encanto difícil de resistir, es la comodidad que sientes frente a una obra contemporánea si estás a su lado. Su capacidad para discernir con un formal saludo quién es su interlocutora y acomodar su lenguaje a ella está fuera de lo común. Quizá no hayas escuchado nunca la artista de la que te habla, sin embargo Anglada va a encontrar tus referencias para ubicarla. Vincular tu mirada a la obra con la que inesperadamente ahora dialogas, no es formación, es un don.
Durante nuestra conversación me cuenta que mañana tiene una cliente alemana, la agencia Insiders Travels en Londres recurre a ella para visitas especiales de coleccionistas a España. Realiza un exhaustivo trabajo previo antes de reunirse con clientes: estudia sus gustos y su colección, entiende qué puede acercarse a su “Camera delle Meraviglie” y les propone un recorrido que puede variar según avanza el día y les conoce mejor. Su preciso conocimiento de lo que está pasando en la escena artística le permite improvisar y adecuarse a lo que su cliente esté buscando.
El trabajo de Cristina también implica construir colecciones desde cero. Personas con un patrimonio cuyo objetivo es la colección de arte la llaman para asegurarse de invertir con garantías en obra relevante. Es el caso de la Fundación Calparsoro donde Cristina trabaja mano a mano con la colección personal de Gabriel (Calparsoro).
Dentro de ARCO podemos encontrar a Cristina en su perfil de comisaria. Es su segundo y último año en la Sección Opening como co-curadora dedicada a galerías jóvenes con menos de siete años de existencia. El puesto es rotativo, así cada año una de las comisarias cambia mientras que otra permanece. Si el año pasado Cristina compartía su comisariado con Yina Jiménez, este año lo hace con Anissa Touati abordando el concepto “Herencias Enredadas”. En esta edición de la Feria veremos 18 galerías de las cuales 10 repiten, me cuenta Anglada que se han centrado en la Zona Mediterránea junto a Medio Oriente y África.