Con el partido de vuelta de octavos de final de la Champions a punto de jugarse esta noche entre los dos principales clubes madrileños, Carla Pereyra (Paraná, Argentina, 37 años) acude a una de las citas más especiales para Forbes Women: el lanzamiento de la lista Las 50 mujeres latinas a seguir en 2025, de la que forma parte. Lo hizo en Forbes House, el club privado de la marca, donde dejó algunas declaraciones como que «las mujeres latinas hemos pasado de ser llamadas ‘sudacas’ a copar las portadas de las mejores revistas de España».
También contó el camino que había recorrido hasta llegar a España, país en el que reside y que le abraza. «Llegué hace 18 años. La verdad es que primero pasé por Italia y al año me di cuenta de que expresarte en tu misma lengua es tan importante que decidí venirme a aquí. La Madrid a la cual llegué yo no tenía nada que ver con esta. Estaba forrada de gotelé amarillo, tenía pocos restaurantes y había poco ambiente. Las tostas de aguacate no existían y para salir y divertirte te tenías que ir a Barcelona. Las mejores galerías y shows estaban allí. Así que estoy muy feliz de que hoy Madrid sea una ciudad referente para los latinos, para los españoles y para toda Europa. Tenemos universidades, exposiciones de arte maravillosas y me siento parte de este crecimiento. Como latina, y mitad madrileña, me siento muy orgullosa de ser parte de este crecimiento y de dar fe y testimonio de dónde venimos y de a dónde vamos.»
Y es que cuando Pereyra nos cuenta su historia y empieza a hablar de su empresa inmobiliaria MyLocation, se convierte en una constructora aguerrida que analiza fríamente los datos: “Mi labor principal consiste en estudiar el proyecto, la oferta, ver los costes y hacer números. Al final, esto son números”, asegura con firmeza. “Miro el número al detalle. Saco mucha rentabilidad al metro cuadrado”, continúa como si se hubiera tragado a Rockefeller.
Lleva diez años en el negocio inmobiliario y sabe perfectamente de lo que habla. “Empecé comprando apartamentos en la zona de Chueca y Malasaña para estudiantes y extranjeros. Entonces Madrid estaba viviendo un auge importante que supimos ver. La demanda era altísima. Publicaba un piso para alquilar y enseguida lo llenaba. Subía los precios y me lo pagaban. No lo querían soltar”. El boom inmobiliario que se cierne ahora sobre la capital lo vislumbró esta modelo que llegó a España hace 20 años. Y se puso manos a la obra. “Cuando era joven y vivía en Nueva York, Londres o Milán lo más importante para mí era estar bien ubicada. Salir a la calle y que hubiera bares, restaurantes y movimiento. Por eso la empresa se llama MyLocation, porque para mí la localización es fundamental”.
Aunque uno podría pensar que lo que más le gusta a Carla de todo el proceso es el interiorismo o la decoración, se equivoca. “Siempre me gustó desarrollar un proyecto de principio a fin. Y tengo un equipo muy bueno que me ayuda”, asegura. Entre abogados, inversores, economistas e interioristas cuenta con diez personas que la asesoran, incluida la hermana de su marido, el entrenador del Atlético de Madrid Diego Simeone: «Gracias a Dios su trabajo se ha mantenido estable. Nos podríamos haber ido en dos años a cualquier ciudad», explica Carla sobre el puesto que el Cholo ocupa desde hace 13 años al frente del Atlético de Madrid, algo bastante inusual en su profesión.
En sus reformas, Carla utiliza calidades medias y crea espacios luminosos y acogedores. Tiene co-living para estudiantes, con espacios comunes de conversación donde pone televisores y alguna vez organiza eventos con pizzas.
Ella lo tiene claro. La clave está en no dejar de ser ella misma. «No perder la esencia es lo más importante. Es lo único que te va a acompañar toda la vida. Y tampoco perder la intuición. Aunque innata, se va formando en base a nuestros errores. «Empecé a ser feliz cuando comencé a decir que no a situaciones y a decirme que sí a mí. Cuando llegué a Europa me decían muchas veces que no. Con todo el esfuerzo que hice, ¿cómo me van a decir que no? Si me dicen que no, quiero hacerlo el doble. Dime que no quieres pero no que no se puede», y continúa, «lo más importante es ser fieles a nosotras mismas, escucharnos, seguir nuestra intuición y apoyarnos entre nosotras», dice refiriéndose al vínculo que defiende tiene que haber entre las mujeres, ya que cree que somos más fuertes apoyándonos entre nosotras que actuando de manera independiente.
A la chita callando, ha conseguido montar un imperio inmobiliario que cuenta de 180 apartamentos, siete edificios y un gran proyecto en construcción: “Mi sueño en esta faceta de mi vida era empezar a construir algo desde cero y lo he conseguido. Compramos un solar en el norte de Madrid, cerca de Netflix y de HM Hospitales. Estamos construyendo dos edificios y 140 apartamentos. Es un desarrollo que me tiene entusiasmada”.
Aunque su negocio inmobiliario es el más importante, no es el único proyecto que tiene entre manos. Porque Carla es una mujer dinámica, inagotable, que se mantiene activa de la mañana la noche. «Ella ha nacido para hacer», ha comentado en más de una ocasión su marido. «Tengo dos proyectos sociales muy interesantes. Uno con la Fundación Atlético de Madrid de la que soy embajadora. Y otro mío propio: un espacio multidisciplinar dedicado a la mujer», continúa mientras revela de qué se trata. «Va a ser un lugar gratuito donde vamos a dar talleres para hablar de la maternidad, de los hijos, de la menopausia… Impartiremos clases de yoga, de espiritualidad, de meditación, de Tarot… En definitiva, un sitio donde poder entrar y encontrar la calma, reconectar con una misma». El local, que estará por la zona de Chamberí, dispondrá de un armario y una biblioteca circulares.
Carla, que proviene de una familia trabajadora de clase media, es consciente de que la vida le sonríe. Conoció al Cholo en 2013 y juntos han creado una familia estable y unida. Sus hijas, Francesca, de ocho años, y Valentina, de cinco, mantienen una relación de hermanas con los tres hijos que el entrenador del Atlético de Madrid tuvo durante su primer matrimonio: Giovanni, 29 años, Gianluca, 26, y Giuliano, 22, todos jugadores de fútbol profesionales. Una familia enorme, en efecto. Pero tranquilos, parece que hay pisos para todos.
Créditos:
Estilismo Beatriz Valdivia Peluquería y maquillaje Víctor Maresco para Mac y GHD Asistente de peluquería y maquillaje Marta Sánchez