Desde su creación en 2009, Bitcoin ha sido fuertemente atacado por gobiernos, medios de comunicación y figuras del sistema financiero tradicional. Sin embargo, cuando se analizan en profundidad, estos ataques carecen de sustento.
No es sorprendente que estas entidades critiquen Bitcoin, es más bien de esperar. Al fin y al cabo, a los taxistas no les hizo gracia que llegara Uber, a los servicios postales tampoco les gustó que se inventara el email, y a los fabricantes de carruajes de caballos les afectó negativamente la llegada del automóvil. Pero, como me dijo la persona que me introdujo a Bitcoin en 2020, Jaime Videgain: “La mejor tecnología siempre gana”.
La mayoría de las narrativas en contra de Bitcoin pretenden generar miedo, incertidumbre y duda. Sorprendentemente, el objetivo de estos gobiernos, medios, bancos y figuras del sistema financiero es muchas veces manipular el mercado para encontrar mejores puntos de compra. Ejemplos de esto sobran; cuando China prohibió la minería de Bitcoin, más tarde se reveló que poseía 194.000 bitcoins incautados. O cuando Jamie Dimon declaró públicamente que Bitcoin era para criminales, mientras JPMorgan acumulaba el activo en su portafolio institucional.
Por eso es imprescindible comprender cómo funciona Bitcoin, para no ser manipulado por noticias u opiniones. Hoy profundizaremos en los tres mitos más comunes que se han utilizado para desacreditar a Bitcoin.
Mito #1: Bitcoin contamina y gasta demasiada energía
Uno de los ataques más frecuentes es que Bitcoin es un derroche energético insostenible. Sin embargo, esta afirmación ignora por completo la realidad:
- Bitcoin utiliza energía desperdiciada: Gran parte de la energía usada en la minería de Bitcoin proviene de fuentes que de otro modo no serían utilizadas. Mineros operan con excedentes energéticos de hidroeléctricas, energía geotérmica y gas quemado en pozos petroleros. Por ejemplo, en Texas, empresas como Giga Energy utilizan gas quemado de pozos petroleros para alimentar granjas de minería, reduciendo emisiones y aprovechando un recurso que de otra manera sería desperdiciado. En El Salvador, la minería de Bitcoin aprovecha la energía geotérmica de sus volcanes, proporcionando una fuente de ingresos adicional al país. Desde 2021, El Salvador ha minado aproximadamente 474 bitcoins, valorados en alrededor de 29 millones de dólares.
- Es un incentivo para energías renovables: Bitcoin impulsa la adopción de energías limpias al hacer rentables proyectos de energía renovable en ubicaciones remotas. En regiones de Canadá y Noruega, la minería de Bitcoin aprovecha el excedente hidroeléctrico, evitando que se pierda energía no utilizada y mejorando la rentabilidad de las infraestructuras renovables. En Bután, el país ha estado utilizando su abundante energía hidroeléctrica para minar Bitcoin de manera sostenible, logrando acumular más de 13,000 bitcoins, equivalentes a 780 millones de dólares según el precio actual.
- Consume menos que el sistema financiero tradicional: Comparado con el consumo de energía de los bancos, cajeros automáticos y centros de datos del sistema financiero global, Bitcoin es insignificante. Según estudios recientes, el sistema bancario global consume más de 260 teravatios-hora (TWh) al año, mientras que la minería de Bitcoin utiliza alrededor de 120 TWh, gran parte de ella proveniente de fuentes renovables y energía reciclada.
Bitcoin no es un problema ambiental. Es, de hecho, una solución para optimizar el uso de energía y reducir desperdicios, convirtiéndose en una herramienta clave para la transición a un futuro energético más sostenible.
Mito #2: Bitcoin es para criminales
Desde sus inicios, Bitcoin ha sido vinculado con actividades ilegales. Pero, ¿es realmente la herramienta preferida por los criminales?
- Menos del 0.34% de las transacciones en Bitcoin están relacionadas con actividades ilícitas, frente a más del 2% de las transacciones en dólares, el método favorito. (Datos Chainalysis 2024)
- Blockchain es transparente: Cada transacción de Bitcoin queda registrada en la cadena de bloques, lo que permite rastrear cualquier movimiento y deja una huella digital clara, facilitando a agencias como el FBI rastrear fondos ilícitos. Esto lo hace menos atractivo para el crimen organizado comparado con el dinero en efectivo o sistemas financieros opacos.
- Empresas e instituciones lo están adoptando: Si Bitcoin fuera solo para criminales, ¿por qué países y grandes corporaciones están invirtiendo en él?
La realidad es que Bitcoin es un sistema financiero abierto, neutral y transparente, con mucho menos uso criminal que el dinero fiduciario.
Mito #3: Bitcoin no está respaldado por nada
Otro clásico, mucha gente cree que Bitcoin “no existe”, o que «no está respaldado”. A continuación veremos por qué tales afirmaciones demuestran que quien las dice necesita entender Bitcoin.
- Bitcoin está respaldado por la red y la energía: Su seguridad proviene del mecanismo de Proof of Work (PoW), o Prueba de Trabajo, donde miles de mineros en todo el mundo gastan recursos computacionales y energéticos para validar transacciones y asegurar la red. Esto lo diferencia de las monedas fiduciarias, que pueden ser impresas sin límite. La energía es el recurso más fundamental y valioso de nuestra civilización, y Bitcoin representa energía convertida en seguridad digital, en forma de datos encriptados.»
- Confianza basada en la descentralización: A diferencia del dinero tradicional, que depende de la confianza en gobiernos y bancos centrales, Bitcoin es un sistema completamente descentralizado, donde las reglas no pueden cambiarse arbitrariamente. Por lo que esta mejor respaldado que el dinero tradicional.
- Resistencia a la censura: Bitcoin permite transacciones sin intermediarios, lo que lo hace accesible para cualquier persona, en cualquier parte del mundo, sin riesgo de que un banco o gobierno lo confisque o bloquee su uso.
- Oferta limitada y predictibilidad: Solo existirán 21 millones de bitcoins, lo que lo convierte en el primer activo digital con escasez programada. Este modelo económico asegura que su valor no pueda ser devaluado artificialmente con el tiempo.
Bitcoin no necesita el respaldo de un gobierno o institución para tener valor: su respaldo es la red más segura del mundo y la energía utilizada para protegerla.
Conclusión: La verdad sobre Bitcoin
Bitcoin no es solo una innovación tecnológica, es una transformación del sistema financiero global. Sus principios de descentralización, escasez y seguridad lo convierten en la mejor alternativa a los sistemas monetarios tradicionales.
A lo largo de los años, gobiernos, bancos y medios han intentado desacreditarlo con narrativas falsas, pero Bitcoin ha resistido cada ataque, fortaleciéndose en cada ciclo. Su red es ahora más robusta que nunca, su adopción sigue creciendo y su propuesta de valor se vuelve cada día más evidente.
El verdadero riesgo no es la volatilidad de Bitcoin, sino ignorarlo. Mientras algunos siguen esperando su caída, otros ya están protegiendo su riqueza en el único activo digital verdaderamente escaso y resistente a la censura.
La pregunta no es si Bitcoin funcionará o no. La pregunta es: ¿cuánto tiempo más estarás creyendo mitos en lugar de entenderlo?