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5 cosas que aprendimos del asesino en serie Dexter


Un trabajo bien hecho necesita un intenso estudio previo
Dexter asesinaba, pero no se manchaba las manos como un burdo delincuente. Preparaba su mesa camilla donde imponía justicia de forma impoluta, con la situación física y el discurso planificado. Jamás falló.

No confundas lo laboral con lo personal
Divide y vencerás. Los ámbitos personales no deben interferir en tu trabajo, aunque a él se le fue de las manos en más de una ocasión. Sobre todo mantén a hermanos pequeños fuera de tu “oficina”.

La piedad es algo que atañe a Dios, y tú no lo eres
No seas blando, sé consecuente y llega hasta el final con tu objetivo principal. No puedes dejarte seducir por una cara tierna o un bonito comentario. Por suerte o por desgracia no todos somos monjas clarisas. Sé objetivo.

Una buena camisa es tu mejor presentación
No lo olvides, la imagen ante todo. No importa si trabajas en Wall Street o si vas a asesinar a un pedófilo en Miami como Dexter. El atuendo debe ser elegante y no perder la compostura a la primera de cambio.

Termina lo que empezaste
Del caso contrario, tu trabajo se volverá en contra de ti. Y ya no pensando que, como a Morgan, se vaya andando de la camilla donde tenías pensado acabar con él. Imagina que al llegar a la oficina aún tienes veinte post-it en el escritorio. ¿No habría sido más fácil terminar con todo ayer?