El papa Francisco I ha fallecido este 21 de abril de 2025 a los 88 años de edad después de una neumonía bilateral que le tuvo hospitalizado 38 días durante este pasado febrero, según ha confirmado la Santa Sede. El pontífice, que sorprendió apareciendo en la Pascua de Resurrección tanto en la misa de las 12 del mediodía como a las 20 horas en la Plaza de San Pedro, se ha despedido así de sus fieles en un adiós inesperado. Este hecho pone punto y final a un pontificado que revolucionó a la Santa Sede y que ha marcado un punto de inflexión en la iglesia católica desde su origen.
El nombre de Jorge Mario Bergoglio no sonaba en las quinielas, no obstante, el histórico cónclave de 2013 tras la renuncia de Benedicto XVI sorprendió a todos los fieles congregados en la plaza de San Marcos de El Vaticano al escucharse: “(…) dominum Georgium Marium (…) qui sibi nomen imposuit Franciscum» («el señor don Jorge Mario (…) quien se ha puesto el nombre de Francisco»).
Jorge Mario Bergoglio, desde aquel momento bautizado como el papa Francisco I, se convertía ese 13 de marzo de 2013 en el primer papa de procedencia americana, en concreto de Argentina, dando lugar a una auténtica revolución en la Iglesia.
Conocido por su humildad y su compromiso con las personas más desfavorecidas, Francisco evidenció desde un primer momento que su pontificado no sería como los de sus predecesores. Marcado por su fuerte sencillez, este argentino nacido el 17 de diciembre de 1936 en Buenos Aires decidió residir en la Casa de Santa Marta en lugar de la residencia papal del Palacio Apostólico Vaticano que usaban tradicionalmente sus anteriores.
Inmigrantes, LGTB+ y medioambiente
No solo eso. Pronto llegó la renovación interna de la Iglesia con una mayor transparencia en las finanzas vaticanas, una mayor eficacia de la comunicación durante su pontificado, la nulidad matrimonial, la lucha contra la pedofilia y los abusos en el seno de la Iglesia y una mayor protección de menores y migrantes.
Francisco I también destacó por su acercamiento al colectivo LGTB+ tras una aprobación en 2023 mediante la que se permitía bendecir a las parejas del mismo sexo y a las parejas en situaciones “irregulares”.
No solo con el colectivo LGTB+ Francisco I tuvo una postura más aperturista, también sucedió con su posición de apoyo a las personas migrantes suscrito con su viaje a la isla de Lampedusa, y personas más desfavorecidas. De hecho, sus viajes al extranjero destacaron precisamente por dar más importancia a las periferias, es decir, a países marginados donde el catolicismo es más residual.
Por su parte, Jorge Mario Bergoglio también sostuvo una posición férrea posición en la defensa del medioambiente reclamando en varias ocasiones una revolución verde y apoyando el Acuerdo de París, en línea con su compromiso por la ecología integra. Tanto es así que llegó a criticar el “uso irresponsable de los vienes que Dios ha puesto” en la Tierra.
La salud, su gran Aquiles
A pesar de ser un papa que destacó por su agilidad y salud, lo cierto es que los años y el avance de la edad de Francisco I hicieron que poco a poco ésta fuese mermando. Tanto fue así que en pocos años los problemas para el argentino no dejaron de crecer.
Una fuerte neumonía por la que le debieron extirpar parte de un pulmón cuando era joven siempre mantuvo al papa Francisco con problemas en esa vía. No obstante, no fue lo único que mantuvo en vilo al equipo de médicos de la Santa Sede durante sus últimos años.
Cabe recordar los fuertes dolores de su rodilla derecha que obligaron a llevar bastón e incluso silla de ruedas y que le obligaron a posponer un viaje a la República Democrática del Congo y Sudán del Sur en 2023. También una diverticulitis por la que en 2021 le tuvieron que extirpar parte del colon o en 2023 una operación abdominal por una hernia incisorial lacerada.
Aunque, eso sí, si algo preocupó siempre fueron las infecciones respiratorias. Esta vía es la que llevó a Francisco I a ser hospitalizado en varias ocasiones y que finalmente ha acabado con su vida este 21 de abril de 2025.
Así se pone punto y final a un papado de 13 años y que abre un nuevo horizonte en el seno de la iglesia católica. ¿Quién será su sucesor? ¿Qué rumbo cogerá El Vaticano a partir de ahora? Sea como fuere, la huella y el legado de Francisco I ya forma parte de los anales de la historia.