María Callas fue una de las grandes estrellas de la ópera del siglo pasado. Angelina Jolie, una de las grandes estrellas del cine de este siglo. La segunda encarnará a la primera en María Callas, la película Pablo Larraín que este viernes llega a la cartelera. Este es el tercer y último biopic del del director chileno.
Apodada la «Divina», Callas revolucionó el mundo de la ópera con su talento único y carisma en el escenario.
María Callas, la ‘Divina’
Este nuevo relato completa la trilogía con la trágica pero hermosa historia de María Callas durante sus últimos días. En las calles de París de los años 70, donde se refugió después de que su pareja, el armador griego Aristóteles Onassis, la abandonara por Jackie Kennedy.
La Divina lo entregó todo a una relación que la arrastró al abismo. Abandonó los escenarios por formar una familia junto al célebre multimillonario y temido empresario griego. Tuvo que enfrentar la pérdida de su bebé, así como el comienzo de su declive.
Onassis, quien la veía como un trofeo más en su colección de mujeres famosas, la dejó devastada cuando, tras nueve años, anunció su boda con Jacqueline Kennedy. La Callas se enteró del compromiso leyendo el periódico. La traición la destrozó, y su dolor fue tan grande que confesó que abandonó una carrera increíble por él. Nunca consiguió reponerse y falleció en su casa de París en septiembre de 1977.
Jolie, otra gran diva
Escrita por Steven Knight, autor del guión de Spencer, la película comienza con el cadáver de la Callas que está siendo retirado de su apartamento. Hacía tiempo que había dejado de actuar, estaba desolada tras su dramática vivencia y pasaba sus días junto a su mayordomo y su ama de llaves. Sus dos únicas compañías.
El mayordomo podría ser el personaje más entrañable de la película. Se preocupa por la cantidad de pastillas que la Callas consume y trata de convencerla de que visite a un médico. Sin embargo, ella tiene otros planes. Se dirige a un teatro de ópera, donde su canto (una fusión entre la voz de Jolie y grabaciones originales) resuena una vez más.
Además, Callas tiene programada una entrevista con un equipo de televisión. Su mayordomo se cuestiona la veracidad de este último, puesto que los supuestos entrevistadores no son más que alucinaciones, con la soprano conversa sin reparo por las calles de París. Uno de ellos destaca en particular, puesto que María lo bautiza con el nombre de la pastilla que acababa de ingerir: Mandrax.
Una vez más, Pablo Larraín vuelve a sorprendernos con otro relato sobre mujeres importantes, glamurosas y ricas del siglo XX. Tras sus dos nominaciones al Oscar con Natalie Portman transformada en Jacqueline Kennedy para Jackie y, más recientemente, a Kristen Stewart en Lady Di para Spencer, María Callas está nominada al premio de mejor fotografía.