1. Infravalorar tus logros. Debes aprender a valorar cada uno de los pasos que das y cada victoria que consigues. No quites importancia a tus logros por tu humildad porque aquello que has conseguido con esfuerzo y pasión merece que lo celebres y que seas consciente de que has llegado a donde estás por ti mismo.
2. Objetivos inalcanzables. Soñar está bien pero si algo es imposible nunca podrás conseguirlo. Debes conocerte a ti mismo y saber cuáles son tus virtudes y tus defectos y de qué forma actúas ante los retos para saber si podrás cumplir ciertas cosas. Tus objetivos deben ir en función de tus habilidades para poder cumplirlos.
3. Ambiente poco propicio. Tener un círculo de personas que te apoyan y te animan a continuar es fundamental para poder llegar a cualquier sitio en la vida. Si tus objetivos van en contra de tu propio entorno entonces será mucho más complejo sacarlo adelante y no tirar la toalla en mitad del proceso.
4. Metas poco concretas. Debes aprender a establecer objetivos específicos y realizables que te animen a completarlos y conseguirlos. Cuanto mayores sean los plazos y más ambicioso y general sea más te costará alcanzarlo. Escríbelos para recordarlos y repetirlos como un mantra y no te pongas obstáculos tú mismo.
5. Lenguaje negativo. Aunque no nos damos cuenta los mensajes negativos afectan directamente a nuestro subconsciente. Para llegar al final de tu camino debes inspirarte y animarte con afirmaciones y frases positivas que te ayuden a no flaquear en los momentos difíciles.