Los mercados han vivido una semana intensa con la irrupción de DeepSeek y el revuelo que ha generado en el sector tecnológico. La start-up china ha entrado como un elefante en una cacharrería en el mercado de la inteligencia artificial (IA) con su versión low-cost de ChatGPT, dando alas al debate sobre si las inversiones en centros de datos e IA están siendo excesivas. Sin embargo, los inversores en ETFs (Exchange Traded Funds) han dejado claro que su confianza en la tecnología sigue intacta. Mientras algunos temían que la IA china sacudiera los cimientos de Silicon Valley, los flujos de capital han seguido una tendencia clara y las tecnológicas siguen siendo las favoritas del mercado.
El mejor ejemplo de esto es lo ocurrido con el fondo QQQ, el mayor ETF que replica el Nasdaq 100. A pesar de que el índice tecnológico cayó casi un 3% el lunes 27 de enero, QQQ registró su mayor entrada de capital en un solo día desde 2021, con más de 4.300 millones de dólares. Aún más sorprendente es el caso de SOXL, un ETF de semiconductores con triple apalancamiento, que vio su mayor entrada de capital en cinco meses, lo que indica que los inversores minoristas siguen buscando exposición a la industria de chips a pesar de la incertidumbre generada por DeepSeek.
En el epicentro de esta historia está Nvidia. Su caída del 34% en una sola jornada que se tradujo en una pérdida de 600.000 millones de dólares (la mayor en la historia en una sola sesión) no ha desanimado a los más optimistas. De hecho, el ETF GraniteShares 2x Long NVDA Daily (NVDL), el producto que amplifica las ganancias de sus acciones, registró su mayor entrada diaria de capital con 1.000 millones de dólares.
DeepSeek y el impacto en los “Siete Magníficos”
DeepSeek ha puesto a los mercados en alerta, pero la gran pregunta es si realmente afectará a los gigantes tecnológicos. Según una encuesta de Bloomberg Markets Live Pulse realizada entre el 20 y el 30 de enero, el 88% de los inversores considera que el debut del último modelo de DeepSeek tendrá escaso o nulo impacto a corto plazo en las acciones de los denominados ‘Siete Magníficos’ de Wall Street: Nvidia, Apple, Microsoft, Alphabet, Amazon, Meta y Tesla. No obstante, las opiniones están divididas: el 47% cree que la nueva IA china podría ralentizar el crecimiento de estas compañías, mientras que un 41% opina que no tendrá efecto alguno. Apenas un 12% se atreve a afirmar que DeepSeek podría frenar por completo el crecimiento de los gigantes tecnológicos.
En este sentido, las grandes tecnológicas, lejos de alarmarse, han salido al paso para calmar a los inversores. Microsoft, por ejemplo, ha dejado claro que más competencia no es un problema, sino una oportunidad, ya que, si hay más modelos de IA accesibles, la adopción será masiva. Además, Satya Nadella ha reconocido que la demanda de IA ha sido tan intensa que han tenido que redoblar esfuerzos. “Hemos más que duplicado nuestra capacidad total de centros de datos en los últimos tres años, y el año pasado añadimos más capacidad que nunca en nuestra historia”, ha señalado el CEO de Microsoft. Aun así, no ha sido suficiente. La compañía planea invertir otros 80.000 millones de dólares en IA e infraestructura solo en 2025.
Mientras tanto, Google, Meta y Amazon siguen con sus propios planes de expansión y, de momento, la confianza en ellas sigue intacta. La IA de código abierto de DeepSeek ha generado revuelo, pero aún no está claro si realmente podrá desafiar a OpenAI y cambiar el equilibrio de poder en el sector.
Las tecnológicas dominan los ETFs, pero el sector financiero y el consumo pisan fuerte
El sector tecnológico sigue siendo el rey del mercado de ETFs en enero, con una entrada neta de 4.413 millones de dólares según Bloomberg Intelligence. Sin embargo, no está solo en la lucha por el capital de los inversores. El sector financiero ha captado 3.554 millones de dólares, lo que refleja un renovado interés en bancos y servicios financieros. Además, el sector de consumo discrecional ha recibido 2.063 millones, lo que sugiere que los inversores confían en el gasto del consumidor y en el crecimiento económico.
La economía de Estados Unidos se desaceleró al 0,6% en el cuarto trimestre de 2024, desde el 0,8% del trimestre anterior. En cifras anualizadas, el PIB estadounidense se elevó en el último trimestre del año un 2,3%, después de la expansión anualizada del 3,1% correspondiente al periodo entre julio y septiembre.
Otros sectores que han atraído flujos de capital incluyen el industrial, con 1.427 millones de dólares, el temático con 904 millones y el de comunicaciones con 691 millones. Sin embargo, no todos los sectores han tenido una buena acogida: los ETFs del sector inmobiliario, salud, energía y materiales han registrado salidas netas de capital, lo que indica una reducción en la exposición a estas áreas, que podría estar vinculada a expectativas de desaceleración o cambios en la política económica global.
Los inversores no se bajan del tren alcista, pero en el caso del sector tecnológico Goldman Sachs ha advertido que las valoraciones siguen siendo elevadas y que las acciones estadounidenses podrían ser vulnerables a nuevas decepciones. En este contexto, los inversores están diversificando sus estrategias y buscando protección contra caídas.
Con todo, los inversores en ETFs han demostrado que la volatilidad del mercado no los intimida. A pesar de los temores por DeepSeek y la incertidumbre sobre la inflación, los flujos de capital siguen favoreciendo al sector tecnológico y a otros sectores de la economía. La confianza en el crecimiento de la IA y la expansión económica de Estados Unidos continúan impulsando las apuestas alcistas, mientras los inversores rastrean nuevas alternativas en un mercado que, por ahora, no está dispuesto a ceder terreno.
