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El Euríbor baja al 2,75% tras el recorte de 25 puntos básicos decidido por el Banco Central Europeo

El Banco Central Europeo (BCE) ha seguido el plan anticipado y ha vuelto a reducir los tipos de interés, ya que la inflación se encuentra casi bajo control. Ahora, el centro de interés está en reactivar el crecimiento económico en la zona euro, por lo que el BCE ha decidido implementar su cuarto recorte consecutivo de 25 puntos básicos, llevando los tipos al 2,75%, con el objetivo de dar un respiro a una economía debilitada.

Este recorte es el primero del Consejo de Gobierno del BCE en 2025, además de ser el primero en un contexto caracterizado por la posible imposición de aranceles por parte de la Administración Trump sobre las exportaciones de Europa.

Con esta nueva reducción en los tipos de interés, la tasa de depósito que remunera las reservas bancarias a corto plazo y sirve de referencia para el BCE se coloca en el 2,75%; las operaciones principales de financiación (OPF), las inyecciones de liquidez semanales se ubican en el 2,9%, y la facilidad de crédito que ofrece préstamos a los bancos a un día se reduce al 3,15%.

Es importante recordar que el tipo de interés comenzó el año 2024 en el 4,5%, y en junio inició un proceso de descenso que, según los expertos, podría continuar en los próximos meses. Sin embargo, desde el BCE se mantiene que las decisiones se tomarán «de reunión a reunión», en función de los datos disponibles.

Por otro lado, la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) también optó este miércoles por mantener los tipos de interés en su rango actual, entre el 4,25% y el 4,5%, en la primera decisión tomada tras la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca.

El crecimiento económico, en el foco de atención

La decisión del BCE llega en un escenario donde la inflación en la zona euro se encuentra en niveles cercanos al objetivo del 2%. En diciembre repuntó dos décimas, hasta el 2,4%, en la línea de lo previsto por el supervisor, que ya había advertido de una posible subida de la inflación al finalizar el año.

En opinión del supervisor, el proceso de desinflación sigue avanzando conforme a sus proyecciones y, probablemente, retornará al objetivo a medio plazo a lo largo de este año. Además, la mayoría de los indicadores de la variable subyacente sugieren que esta se estabilizará en torno al objetivo de forma «sostenida».

Aún así, ha asegurado que la inflación interna sigue siendo «elevada» porque los salarios y precios en algunos sectores aún están ajustándose a la anterior escalada inflacionista con un «retraso considerable». No obstante, el crecimiento de las nóminas se está moderando y los beneficios empresariales están amortiguando «parcialmente» el impacto sobre la inflación.

La atención está en el producto interior bruto (PIB), que se estancó en el cuarto trimestre, con Irlanda (-1,3%), Alemania (-0,2%), Francia (-0,1%) e Italia y Austria (0% en ambos casos) como las economías más rezagadas. En el caso de España, la subida se situó a la cabeza de las principales economías del bloque con un repunte del 0,8%.

Y las previsiones no son optimistas. Según el BCE, la economía de la eurozona cerrará 2024 con un avance del PIB del 0,7%, cuatro veces menos que el registrado por España, lo que obliga al organismo a tomar medidas cuando antes. La propia Lagarde ha reconocido que la economía de la eurozona «seguirá siendo débil» en el futuro próximo

El efecto de los aranceles sobre las exportaciones europeas

A este escenario se suma el impacto de las amenazas arancelarias formuladas por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump. Durante su intervención en el Foro Económico Mundial (WEF, por sus siglas en inglés), que se celebra anualmente en Davos (Suiza), Christine Lagarde advirtió que Europa enfrenta una amenaza existencial, la cual podría verse intensificada por la actitud del mandatario estadounidense.

En este contexto, Lagarde instó a los líderes políticos, las empresas y los legisladores a «ponerse manos a la obra» para consolidar un verdadero mercado único. Además, abogó por que las relaciones comerciales se basen en «un marco de confianza», con reglas claras, donde las instituciones no sean ignoradas.

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