Este es tu año para soltar y dejar atrás aquello que ya no te sirve. Considéralo una limpieza radical o un reinicio de todo aquello que esté ocupando espacio energético en tu mente y, como resultado, en tu vida. Porque, seamos realistas, puede haber muchas cosas de las que desprenderse: la necesidad de validación, la crítica, el control, las expectativas, el rechazo, el arrepentimiento, la ira, la negatividad, las relaciones tóxicas, el resentimiento, la comparación, los plazos (percibidos o reales), las creencias limitadas.
Y si hay alguien que puede ofrecer consejos concretos y palabras de inspiración sobre cómo dejar ir, esa es la autora de bestsellers Brianna Wiest.
“A menudo pensamos que el desapego es algo que debemos hacer cuando las cosas van mal, como cuando dejamos ir una relación fallida, una expectativa incumplida o un sueño que no resultó. Pero en realidad, el desapego es un proceso constante y una habilidad. A medida que aprendemos y avanzamos en la vida, estamos continuamente liberando aquello que ya no nos sirve. Y cuando dominemos la técnica con las pequeñas cosas, estaremos listos cuando lleguen las grandes”, confiesa Wiest para Forbes.
Autora de libros como 101 ensayos que cambiarán tu forma de pensar, La montaña eres tú, El año pivote y Ceremonia , Wiest aplica una perspectiva filosófica pero moderna para explorar temas universales como el poder de los rituales diarios, la superación del síndrome del impostor y la aceptación de la idea de que «nuestra nueva vida nos va a costar la anterior».
Sus libros han vendido millones de copias, aparecen regularmente en las listas de los libros más vendidos a nivel mundial, han sido traducidos a más de 40 idiomas y han consolidado firmemente su lugar en el espíritu cultural de la época.
Con un seguimiento global de más de un millón de personas en Instagram, las palabras poéticas de Wiest, a menudo, se vuelven virales en TikTok y Reels.
“Comencé a escribir sobre ‘dejar ir’ porque yo era la reina de no poder dejar ir nada”, cuenta humildemente Wiest por Zoom. Hoy es una de las preguntas más frecuentes que recibe de sus seguidores, lectores y su comunidad en línea.
Eso es lo que tiene el crecimiento: una vez que tomamos conciencia de nosotros mismos y hacemos el trabajo, podemos aprender las lecciones, aprovechar nuestro poder y superar nuestras propias montañas.
“A veces se trata de dejar de lado la expectativa de que tienes que ser un superhéroe cuando puedes ser simplemente un ser humano, haciendo lo mejor que puedas”, continúa Wiest. “Y creo que, en general, todo el mundo siempre lo hace mejor de lo que cree”, termina.
Aquí tienes 10 consejos para dominar esta habilidad cuando estés preparado.
1- Reemplazar el deseo por la entrega
Deja de aferrarte con tanta fuerza. Dile a la vida lo que quieres, pero deja que el universo decida cómo y cuándo. Entregar el control abre el camino para que las cosas fluyan.
Tomemos como ejemplo 101 ensayos que cambiarán tu manera de pensar, de Wiest . Su éxito mundial no se produjo de la noche a la mañana: el primer libro de ensayos despegó siete años después de su publicación. “Una gran parte de lo que funcionó para mí fue dejar de lado las expectativas”, comparte Wiest. “Dejé de lado toda idea sobre cómo deberían desarrollarse las cosas, dónde se publicarían los libros, el cronograma e incluso en qué se convertirían los libros en última instancia”.
Cuanto más fuerte sea el control sobre los resultados deseados, más resistencia se crea, ya que indica carencia versus abundancia.
“Cuando nos encontramos en un estado de intenso deseo, se crea un vórtice de carencia”, explica Wiest. “Cuando estamos profundamente atrincherados en este vórtice de carencia, incluso cuando aquello que deseamos comienza a acercarse a nosotros, lo rechazamos sin darnos cuenta. Tenemos una forma de sabotearlo o frustrarlo, porque parece tan antitético a la realidad en la que creemos vivir”.
2- Confía en la Ley de Gestación
Al igual que las semillas, algunas cosas tardan en florecer. No excaves la tierra para comprobar el progreso; confía en el crecimiento que se produce sin que lo veas.
“Podemos soltar porque decimos: ‘Estoy comprometido. Mi corazón está atado al qué y voy a llegar allí, pero me rendiré por completo a la comunicación que la vida me da sobre el momento, el lugar y la forma en que se producirá’”, afirma Wiest. “Porque cuando estamos demasiado apegados al cómo , nos quedamos estancados”.
3- Sepa cuándo hacer un cambio de rumbo
Reconocer cuando algo no está funcionando y ser lo suficientemente flexible para cambiar de dirección y corregir el rumbo. El fracaso es una redirección, no el fin ni la línea de llegada.
Wiest comparte: “A veces, no es la vida la que te dice que no, sino que te dice ‘lo que quieres está por ahí, gira a la derecha’. Cuando dejas de soportar la decepción, ¿puedes encontrar una parte de ti que se sienta un poco aliviada? La mayoría de las veces, las personas se dan cuenta de que hay una pequeña parte de ellas que piensa ‘no estaba 100% seguro de este proyecto o de esta persona de todos modos’. Cuando te conectas con esa energía, las puertas se abren. Tal vez siempre quisiste perseguir algo diferente, o tal vez este rechazo te está redirigiendo hacia algo más grande. Y por un camino más grande, me refiero a un camino que sea más verdadero para ti”.
4- Libera el perfeccionismo
La vida no tiene por qué ser perfecta para que puedas seguir adelante. Deja de esperar las circunstancias ideales.
“Es un recordatorio muy importante para mí y para todos: nadie en la historia de la existencia ha sido feliz porque todo fuera perfecto. Nunca. La vida no es eso”, afirma Wiest. “Y si estás esperando ese momento en el que piensas ‘está bien, me sentiré bien cuando todo sea perfecto’, esperarás por siempre”.
5- Libérate de la necesidad de validación
No necesitas la aprobación de todos. Decide qué opiniones valoras y deja pasar al resto.
Un mentor le recordó a Wiest una perspectiva importante: «¿Sabes cuántos mensajes negativos reciben los mejores atletas del mundo en un día? Probablemente miles. Y si escucharan alguno de ellos, no estarían en la cima de su carrera».
Este consejo la ayudó a cambiar su mentalidad. Se dio cuenta de que, si permitía que cada crítica la consumiera, nunca alcanzaría su potencial ni alcanzaría sus metas. Es un recordatorio de la fuerza que surge al centrarnos en nuestro propio camino y dejar ir el ruido innecesario.
6- Identificar lo que aún queda por aprender
La dificultad para dejar ir puede indicar que todavía hay una lección que aprender de la situación.
“Creo que en algunos momentos resulta más difícil dejar ir que en otros”, continúa Wiest. “A menudo, se debe a que todavía hay algo que aprender o extraer de la experiencia: una herramienta, una lección, un aspecto de nuestro desarrollo que será fundamental para nosotros a lo largo de nuestras vidas”.
7- Sigue adelante
Concéntrese en pasos pequeños y viables hacia el crecimiento y la curación.
Utilize afirmaciones como: “Cada día, en todos los sentidos, estoy mejorando cada vez más” para aceptar el progreso incremental.
“La razón por la que esto me resuena tan profundamente es que, en lugar de intentar arreglar toda mi vida de una vez, me concentro en pequeños cambios prácticos, cosas en las que puedo trabajar ahora mismo”, comparte Wiest. “Eso me genera una sensación de orgullo y tranquilidad, y antes de que me dé cuenta, mi perspectiva empieza a cambiar. A veces, todo lo que se necesita es hacer una cosa de un modo ligeramente diferente a como lo hacía antes”.
8- Permitir el proceso de sanación
Considere el dejar ir como si estuviera curando una herida. Limpiar y fijarse demasiado puede empeorarla, mientras que el tiempo y el espacio permiten que se cure.
“Si no te sientes preparado, no tienes por qué dejarlo ir ahora mismo”, dice Wiest. “Si todavía estás enfadado o afligido, no hay problema. Para mí, eso es un indicador de coraje y de un corazón fuerte. Y cuando estés preparado, lo sabrás. Y no lo sabrás en el sentido de que un día te despertarás y dirás ‘está bien, puedo dejarlo ir’. Pero creo que muchos de nosotros llegamos a un punto en el que decimos: ‘está bien, es hora de dejar de lamer esta herida, porque al lamerla o hurgar en ella, no estoy dejando que sane».
9- Utiliza rituales para liberar
Diario: escribe todos tus pensamientos y luego destruye el papel para liberarlos simbólicamente. Prueba la Ley de Kidlin, una teoría de resolución de problemas que dice: “Si escribes el problema con claridad, entonces el asunto está medio resuelto”.
Naturaleza y movimiento: camina en la naturaleza, haz ejercicio o practica yoga para ayudar a liberar las emociones físicamente.
Meditación: céntrate diariamente para fomentar la calma y la gratitud.
10- Reconecta con la gratitud
Tómate un momento para reconocer lo lejos que has llegado y apreciar lo que ya tienes.
“Si no desarrollamos la capacidad de apreciar y saborear las pequeñas cosas, las grandes nunca nos encontrarán plenamente”, explica Wiest. “Porque, al igual que aprender a dejarse llevar, encontrar la felicidad, el aprecio y la presencia también es una habilidad”.
Confiar en el proceso y en su momento oportuno también requiere confianza en uno mismo.
“Le diría a cualquiera que lea esto: no dé esos saltos a menos que tenga confianza en sí mismo, porque eso es lo que finalmente lo llevará al otro lado”, enfatiza Wiest. “Serán su propio impulso y sus creencias los que lo elevarán hacia su nueva vida, la vida que lo espera”.
