Acaba de perder la semifinal del Open de Australia, pero sigue siendo la número 1 en nuestros corazones. Paula Badosa (Nueva York, 27), ha caída ante su íntima amiga, la bielorrusa Aryna Sabalenka, tras aguantar dos sets (6-4 y 6-2). Badosa ocupa el puesto número 12 en WTA (Asociación de Tenis Femenino) y ha pasado de estar a punto de abandonar su carrera debido a una lesión crónica en la espalda a quedarse a llegar a la semifinal del Open de Australia. El tenis femenino español vuelve a estar en lo más alto.
Neoyorquina de nacimiento pero criada en Cataluña, ha tenido que enfrentarse en la semifinal a su íntima amiga y número uno del mundo, Aryna Sabalenka, aunque finalmente no ha conseguido el puesto en la final
No obstante, la derrota no será tan amarga tras elevar de nuevo el nivel femenino español y embolsarse 1,1 millones de dólares australianos por disputar esta semifinal, sumándose a los 7,8 millones de dólares americanos que ya posee la deportista.
Badosa es hoy uno de los mayores referentes en España en cuanto a tenis femenino debido a su recorrido y logros conseguidos a nivel internacional, sumando un total de 11 títulos. Sin embargo, no solo es conocida por su carrera como deportista, sino que su vida personal ha jugado también un papel fundamental en su desarrollo como personaje público.
Hija de padres catalanes especializados en el mundo de la moda, la tenista y su familia decidieron trasladarse de la Gran Manzana a Barcelona en el año 2004, cuando ella tenía tan solo 7 años.
La deportista vive actualmente en Dubai, con su novio y, también jugador profesional, Stefanos Tsitsipas. Este ocupa el puesto número 11 en el ranking mundial masculino y ambos acumulan en las redes más de un millón de followers. A través de sus redes sociales, Badosa mantiene una relación cercana con sus seguidores y ha abordado temas como la presión mediática, las dificultades de la competición y la salud mental, creando conciencia sobre estos aspectos en el deporte.
La carrera de la catalana comenzó a destacar en 2021 tras ganar el prestigioso torneo de Indian Wells, consolidándose entre las 10 mejores jugadoras del mundo. No obstante, su posición en los rankings cayó en picado en el año 2023, cuando debido a una sucesión de lesiones que casi le obligan a abandonar su carrera hicieron que ese año se convirtiera en un infierno.
Sin embargo, la profesional nunca se rindió y en 2024, con las pilas recargadas consiguió ascender hasta el puesto 29 tras jugar en el US Open. Desde entonces la catalana no ha dejado de sumar posiciones hasta debatirse la semifinal del Australia Open contra la número uno mundial y amiga íntima.
Más allá de la pista
El camino hacia la élite no ha sido fácil para Paula. Numerosas lesiones, altas expectativas y dificultades emocionales la han llevado a abrirse sobre la importancia de la salud mental en el deporte de alto rendimiento.
Tras haber logrado un equilibrio tanto en el aspecto emocional como en el deportivo, Badosa se ha convertido en un ejemplo de superación para jóvenes atletas. La tenista destaca por su dedicación inquebrantable y su habilidad para manejar la presión en la pista.
A pesar de estar alcanzando la gloria en el mundo del deporte, Paula Badosa no ha tenido una vida emocionalmente fácil. Rodeada de tragedias inevitables en su vida, la referente española se ha abierto en numerosas ocasiones sobre su pasado. «Nunca he dejado de creer. He pasado por momentos muy duros en mi vida: tuve depresión y ansiedad cuando era muy joven» confesaba a ABC.
La tenista de igual manera tiene muy presente a Marcelo Wieliwis, su primer entrenador y la persona que la introdujo en el mundo del tenis. El uruguayo falleció hace seis años y Badosa no ha perdido la oportunidad de recordarle en cada victoria.