1. Media entre los responsables de los diferentes departamentos si tienen encontronazos. A veces las personas con más responsabilidad en la empresa tienen conflictos o roces que pueden afectarte. Intenta ser la clave, el punto de inflexión, el apoyo y el mediador entre ellos. Lo van a agradecer.
2. A su vez intenta que ellos medien y ayuden a mantener un clima favorable entre los empleados de su sector. Tú no puedes (sobre todo en una empresa mediana o grande) mediar entre todos y cada uno de los empleados que tienen un problema. Lo que sí puedes (y debes) hacer es explicar a los responsables de las distintas áreas de tu empresa cómo deben hacerlo en caso de identificar un caso de conflicto entre su personal más directo.
3. ¿Temas personales? Mejor intentar meterse lo menos posible. Una cosa son las riñas laborales o los malentendidos, en los que tú tienes que intentar poner paz por el bien de tu empresa. Pero puede haber determinadas circunstancias en las que tus empleados no se entiendan por motivos personales: amor, amistad… mantente al margen y deja que lo solucionen por su cuenta. Eso sí, si comienza a afectar de una forma seria a su trabajo no tendrás más remedio que hablar con ellos.
4. La mejor manera de resolver conflictos es no tenerlos. ¿Cómo? Intentando fomentar con actividades y cierto tipo de actitudes un buen clima en tu empresa. Una buena forma de hacerlo es reconociendo a todos sus méritos, todo aquello que hacen bien, haciendo “reuniones positivas”, fomentando el apoyo entre compañeros, el trabajo en equipo… hay mil y una formas en las que puedes intervenir para no tener que hacer ninguna de las tres cosas anteriores.