Cuando la mayoría de la gente piensa en cruceros, seguramente se imagina resorts flotantes similares a ciudades, con alojamientos de lujo, entretenimiento de primera clase e infinitas opciones gastronómicas.
Pero no todos los buques de pasajeros en alta mar están diseñados para el ocio. Algunos se construyen para prestar asistencia médica a los necesitados.
Mercy Ships, una organización benéfica internacional pionera en el campo de la salud, opera los mayores buques hospital no gubernamentales del mundo, combinando la experiencia logística de la industria de cruceros con una misión de impacto humanitario.
Similitudes con un crucero
A primera vista, el Global Mercy podría parecerse a los megacruceros que dominan el mercado de los viajes.
Con 175 metros de eslora y 37.000 toneladas brutas de peso, comparte muchos de los sistemas autónomos de los buques de recreo: cocinas avanzadas, gestión de residuos, alojamiento para cientos de tripulantes y un diseño modular que permite un mantenimiento eficiente.
El año pasado, la crítica de cruceros británica y estrella de YouTube Emma Le Teace cambió sus habituales reseñas sobre cruceros por una semana a bordo del Global Mercy, el mayor buque hospital benéfico del mundo, en Sierra Leona.
Conocida por documentar sus experiencias en más de 60 cruceros, su viaje a bordo del Global Mercy mostró un marcado contraste con sus habituales escapadas flotantes y reveló cómo el diseño y las operaciones de los cruceros sustentan este esfuerzo humanitario vital.
«La escala del barco y su funcionamiento son cosas que los aficionados a los cruceros reconocerían inmediatamente. Hay camarotes espaciosos, salones y un restaurante buffet», dice. «Pero enseguida ves que el propósito de Global Mercy es totalmente distinto».
En lugar de teatros y toboganes acuáticos, el barco está equipado con seis quirófanos, salas de recuperación, unidades de cuidados intensivos y una farmacia, todas ellas instalaciones de vanguardia diseñadas para prestar atención médica gratuita a quienes se enfrentan a una pobreza injusta.
Dos buques en la flota hospitalaria
Mercy Ships opera dos buques, Africa Mercy y Global Mercy, dotados de una tripulación internacional de voluntarios procedentes de más de 60 países. Su labor se centra en proporcionar atención quirúrgica a personas del África subsahariana que, de otro modo, carecerían de acceso a procedimientos médicos seguros.
Según la Comisión The Lancet, 9 de cada 10 personas de esta región no pueden acceder a intervenciones quirúrgicas seguras, una disparidad que Mercy Ships trata de resolver.
Desde su puesta en marcha, Global Mercy ha realizado más de 4.400 intervenciones quirúrgicas que han cambiado vidas, desde extirpaciones de tumores hasta reparaciones de labio leporino.
«Me asombra pensar en todos los voluntarios que prestan sus servicios a bordo y en los pacientes que tienen acceso a cirugías gratuitas que les cambian la vida. Es una lección de humildad ver el impacto que tiene este trabajo», afirma Le Teace.
El singular viaje de Emma
La visita de Le Teace a Global Mercy supuso su primer viaje a África y ofreció a sus 362.000 seguidores de YouTube una visión del funcionamiento diario de un hospital flotante.
Su pasión por Mercy Ships comenzó en 2020, cuando conoció su labor. Desde entonces, ha recaudado más de 100.000 dólares para la organización benéfica a través de la venta de sus gatos de peluche «Capitán Hudson».
«Estar a bordo del Global Mercy fue diferente a cualquier barco que haya experimentado», dice Le Teace. «El objetivo no es el lujo ni la relajación, sino la dedicación de los voluntarios y la resistencia de los pacientes, que a menudo recorren grandes distancias para recibir atención. Es una experiencia difícil de explicar con palabras».
Operaciones fluidas con un gran impacto
El éxito de Mercy Ships radica no sólo en su misión médica, sino también en su capacidad para integrar la experiencia logística de las industrias marítima y de cruceros.
Los buques son ciudades flotantes autosuficientes, que albergan a profesionales médicos, ingenieros, profesores y personal de apoyo que garantizan la fluidez de las operaciones. Para los oficiales marítimos recién titulados, el voluntariado a bordo de un Mercy Ship también proporciona una experiencia profesional inestimable en un entorno altamente especializado.
Además, Mercy Ships se centra en potenciar los sistemas sanitarios locales. Al asociarse con naciones africanas, forman a profesionales médicos y refuerzan la infraestructura sanitaria, garantizando un legado sostenible mucho después de que los buques partan hacia un nuevo destino.
Por ejemplo, Mercy Ships ha formado a cirujanos reconstructivos especialistas en quemaduras en Benín y a oftalmólogos en Togo, creando capacidad en áreas de necesidad crítica.
Para Le Teace, la experiencia de la visita le ha servido de acicate para seguir recaudando fondos: «Cada vez que alguien compra un Capitán Hudson, está contribuyendo a cirugías que salvan vidas. Es increíble pensar cómo algo tan pequeño puede marcar una diferencia tan grande».