Este pasado lunes 23 de diciembre, un mercante ruso con el nombre de Ursa Major fue sujeto de un naufragio en aguas internacionales entre Águilas, en Murcia, y Orán, en Argelia. El accidente fue causa de una explosión en la sala de máquinas que conllevó a que el buque quedara a la deriva y escorado. Este incidente obligó a señalizar la zona para evitar riesgos a la navegación hasta la llegada de un barco militar ruso que asumió el control del rescate.
En el barco se encontraban dieciséis tripulantes, de los cuales catorce fueron rescatados y trasladados al puerto de Cartagena cerca de la medianoche por Salvamento Marítimo, mientras los dos restantes continuan desaparecidos, según ha comunicado el Ministerio ruso de Exteriores. Las autoridades siguen en sus labores de búsqueda con esperanzas de localizarlos, a la vez que trabajan para esclarecer las circunstancias del naufragio.
Previamente a que se sumaran el buque Clara Campoamor de Salvamento Marítimo y la patrullera de la Armada española Serviola, en el rescate participaron diversos buques que se encontraban trabajando en la misma zona. Todos ellos colaboraron en la evacuación de los tripulantes y en la gestión de los riesgos al accidente.
Desde el 11 de diciembre, el Ursa Major había iniciado un trayecto entre San Petersburgo y Vladivostok, con un itinerario que incluía diversos puntos internacionales y cuya llegada estaba programada para el 22 de enero de 2025. Tal y como declaró el capitán, el buque transportaba contenedores vacíos en el momento del naufragio, después de haber ya hecho una escala en el puerto sirio de Tartous.
El operador y propietario es una empresa llamada SK-Yug que pertenece a la compañía de transporte marítimo Oboronlogistics, según información de LSEG. En un comunicado emitido el 20 de diciembre, Oboronlogistics señaló que el buque transportaba grúas portuarias especializadas destinadas al puerto de Vladivostok, además de componentes para la construcción de nuevos rompehielos.