BrandVoice

Sabor premium a tradición

Antonio Hidalgo Pellecín, CEO de Ibéricos Casa Lucas, repasa las claves del éxito de su jamón, un referente mundial que une tradición, sabor y tierra extremeña.

Antonio Hidalgo Pecellín fotografiado el 18 de noviembre en Monesterio (Badajoz). Foto: Sonia Fraga

«Somos el mejor jamón del mundo». Todo un punto de partida para hablar del producto estrella de Ibéricos Casa Lucas, Antonio Hidalgo Pecellín. Distinguido como ‘Embajador Mundial del Sabor’ en la quinta Cumbre Mundial del gusto de Turismo y Gastronomía, Hidalgo resume la esencia de una referencia gastronómica, artesanía en el siglo XXI, que traspasa fronteras desde tierras extremeñas.

¿Cuáles son las señas de identidad de Ibéricos Casa Lucas?

La tradición. Mi abuelo fundó Ibéricos Casa Lucas en 1952, y siento un gran respeto y amor por el proceso de elaboración artesanal que inició mi abuelo y continuó mi padre. Ellos perseguían la excelencia y me siento en el deber de honrar ese legado. Catar nuestro jamón es catar un trozo de nuestra tierra, Monesterio.

¿Cómo se llega a tener el mejor jamón del mundo?

Con los ahorros de mi familia y sin que nadie lo supiera, presenté el producto a una cata a ciegas en el International Taste Institute e International Quality Institute de Bruselas. Fuimos el primer jamón en conseguir los distintivos más altos (sabor superior y medalla de oro) en un mismo año. En 2024 hemos revalidad la medalla de oro en Bruselas y logrado el certificado AENOR a ‘Producto destacado por el consumidor’, lo que ha hecho que la AWT-Authen- nos proclame como ‘Primer Mejor Jamón del Mundo’.

Un jamón es un producto exclusivo también por su producción limitada. Todo un lujo.

Nuestro jamón es un lujo porque nos dejamos la piel en cada pieza. Trabajamos para que su sabor sea inigualable, y su aroma y textura, inconfundibles. Estos ingredientes se traducen en exclusividad y calidad máxima. Pero también creo que la excelencia debe ser accesible para quien la valora y por eso tenemos diversas opciones, como nuestros loncheados.

¿Cómo resumiría el proceso de llevar al mercado sus jamones?

Nuestra producción es limitada y queremos que siga siendo así. Un equipo local y reducido, técnicas de curación y secado tradicionales, distribuyendo sólo en Monesterio en nuestra tienda online.

¿De qué otros productos podemos disfrutar?

Artículos como la morcilla achorizada, lomito de presa, morcón, salchichón y el Jamón chichón, elaborado en ducto destacado por el consumidor’, época de montanera. Pero lo esencial es que tratamos a cada cliente como si fuera de nuestra familia. Es nuestra ‘Experiencia Casa Lucas’.

¿Cómo es su distribución online?

No hemos seguido estrategias de venta. Nuestro punto estratégico ha sido Monasterio, que está en el Camino de Santiago, y por eso hoy, vendemos en Europa y en Asia a clientes que pasaron por nuestra tienda. Además, todas las distinciones que hemos conseguido en los últimos años nos han puesto en el mapa internacional.

¿Cómo percibe la relación entre la gastronomía, sus productos y el turismo?
En los últimos años estamos viendo a un tipo de turista, tanto nacional como internacional, que busca vivir experiencias. La gastronomía es una de ellas, y nosotros contamos con una ubicación privilegiada donde puedes probar el mejor jamón del mundo.

¿Cómo prevé el futuro de Ibéricos Casa Lucas?
Nuestro futuro será seguir siendo fieles a nosotros mismos, a nuestra forma de producir un producto exclusivo, con la tradición en nuestro ADN. Creemos que las pequeñas empresas que cuidan la cadena de valor son las que sobresalen. Y en eso no tenemos competencia.

Artículos relacionados