Con tan solo un año dirigiendo La Casa de Carlota, Marian Marco la ha convertido en una de las unidades insignia del propósito corporativo del grupo Roman. En él lleva 15 años desempeñando diferentes puestos, sin embargo, gracias a este proyecto ha descubierto una nueva visión del arte. “La Casa de Carlota es el primer estudio de diseño del mundo que incluye en su equipo a personas con Síndrome de Down y autismo. Es un proyecto único y extraordinario. La Casa de Carlota es diferente porque piensa diferente. Hemos sido seleccionados por la ONU como un referente en innovación e inclusión, y nuestros diseños y creatividades forman parte de campañas y del branding de primeras marcas a nivel mundial”, cuenta Marian.
Este 4 de diciembre han presentado Hay otros mundos, pero no están en este, una exposición en la sala Imaginart de Barcelona que habla sobre el poder del arte, la cultura y la tecnología en las condiciones diarias de las personas con discapacidad: “Uno de los propósitos es promover la diversidad en la sociedad. También descubrir e impulsar ideas artísticas y potenciar el talento de las personas con discapacidad en el mundo de la creatividad y el arte”, relata Marian Marco.
Las obras expuestas son el resultado del arte libre, pues se trata de dar alas, sin tener en cuenta las normas ni los prejuicios establecidos. Una experiencia artística que distorsiona la realidad creando mundos nunca vistos de una absoluta belleza plástica. Además de su reconocida labor de inclusión social, La Casa de Carlota ha querido contribuir también a las labores de ayuda a los afectados por la DANA, donando todos sus beneficios de esta exposición a Cruz Roja: “Estábamos ultimando el proyecto cuando tuvo lugar la catástrofe. No lo dudamos y decidimos convertir esta acción de impacto social también en una acción solidaria. Va en nuestro ADN”, asegura.