1. Menos es más
Reduce al máximo la decoración, los papeles que tengas ocupando sitio innecesario, las sillas… Si le dedicas un pequeño ratito te darás cuenta de cómo puedes hacer de tu despacho un sitio que parezca algo más amplio y confortable.
2. Decoración agradable y sencilla
Relacionado con el punto anterior, lo mejor es tener una decoración (lámparas, cuadros…) agradables, sencillos e incuso sobrios. Tener una decoración neutral y en colores pastel puede hacer de tu despacho un lugar algo más acogedor.
3. Limpieza de papeles una vez a la semana
Es probable que cuando tienes un gran volumen de trabajo dejes de lado la limpieza de los papeles inútiles que vas acumulando. Si te fijas te darás cuenta de la cantidad de papeles y cosas innecesarias que hay a tu alrededor y que dónde mejor están es en la basura. Dedica al menos un día por semana (sin excusas) a reciclar todo eso que vas dejando de lado.
4. Una planta es un buen aliado
No hace falta que conviertas tu despacho en parque jurásico, pero tener una planta o dos da armonía al ambiente, además de ser una buena baza como elemento decorativo. Tienes muchísimas opciones de plantas para elegir, no hay problema.
5. Un toque de ambientador suave
Por último, el olfato y los olores juegan un papel muy importante en nuestro día a día. Compra algún ambientador, no demasiado cargante, para tu despacho. No sólo te parecerá agradable a ti a la hora de trabajar, también a todos aquellos que pasen a “hacerte una visita”.