Ayer, 11 de noviembre, falleció Mario Armero Montes. Personalmente, es un golpe difícil de asimilar, sabía que estaba enfermo, pero no me imaginaba un desenlace tan cruel y rápido. Conocí a Mario, hacia 1978, en el embrión de los locales de Malasaña, con punto central en el Pentagrama. Desde allí Mario irradiaba sus conocimientos y erudición sobre la New Wave y la música pop del momento. Mario fue mi (nuestro) hombre en la sombra y de gran ayuda para mí, en mi trabajo al frente de las salas El Jardín, Marquee y Rock-ola. Con decir que el nombre la legendaria Sala Rock-ola fue idea suya, está dicho
Todo. Mario fue el ideólogo de todo aquello, el precursor de traer grupos internacionales a pequeñas salas, por su gestión personal por la sala Rock-ola, y como muestra, desfilaron desde Spandau Ballet, Iggy Pop, Simple Minds, Depeche Mode, Siouxsie and the Banshees y un largo etc. En la España de los primeros 80, conseguir que grupos de primer nivel internacional desfilaran por nuestra sala fue una gran epopeya y de paso ayudo a ponernos en el escaparate europeo de la cultura. Además, Mario, dirigía un programa de radio en la pujante fm madrileña Onda 2, de nombre Revolver, este programa creo escuela y desde allí era el altavoz de los primigenios grupos de la movida madrileña, siendo factótums de Nacha Pop y Mama a los que el oficio de Mario ayudo decisivamente en su despegue.
Mario, había estudiado la carrera de derecho y ya en aquellos años compatibilizada la música y los negocios, pero se hacía difícil, pues sus obligaciones como abogado empezaron a ser insalvables, si atenemos a los retos profesionales a los que se enfrentó. El empezó a desarrollar su labor como abogado en el bufete Armero (como socio mayoritario, su padre, Jose Mario Armero), para después pasar a AT&T y posteriormente asumir primero la secretaría general y posteriormente la presidencia de General Electric para la península ibérica. Más adelante consejero de Corporación Llorente, Ezentis, y la vicepresidencia de Anfac. En 2023, fue nombrado presidente de la zona iberia de Tikehau Capital. Asimismo, era consejero de otras empresas.
A lo largo de los años seguimos cultivando la amistad y viendo con orgullo, su liderazgo en la gestión de grandes corporaciones.
Descanse en paz el bueno de Mario.
Siempre en mi corazón.
*Lorenzo Rodríguez fue director Sala Rock-ola, en Madrid de 1981 a 1985