El instinto básico de la IA (inteligencia artificial) es hacer la vida más fácil a los humanos. Está programada para ofrecer todo tipo de ayudas y facilidades a disposición de sus usuarios. ¿Y qué puede venir mejor a cualquier persona que el ahorro de tiempo? Sam Altman, director ejecutivo de OpenAI, comprende que este factor es elemental a la hora de implementar cambios y mejoras en sus servicios. Por esta razón, ha gastado nada menos que 15,5 millones en una simple URL. Concretamente en Chat.com. Cuatro letras han costado igual que un humilde jet privado de Gulfstream.
Sin embargo, en términos de simplicidad, eficacia y memoria, es el URL perfecto, ya que satisface de inmediato, con menos tiempo de búsqueda y tecleo, la necesidad o deseo de acceder al adorado ChatGPT. Breve y directo al chat de su herramienta más famosa y coidiciada. ¿Por qué sin el GPT? OpenAI pretende desvincularse de estos tres dígitos para subrayar sus esfuerzos por consolidar su marca y simplificar el acceso a su tecnología.
Esta noticia se dio a conocer a través de la red social X de Altman donde confirmaba dicha transacción. Al otro lado del cheque, se encontraba Dharmesh Shah, el cofundador de la plataforma CRM HubSpot, quien afirma ser viejo amigo de Altman. De hecho, en un mensaje al estilo ChatGPT, Shah parecía dar a entender que no se había beneficiado de la venta del dominio y que probablemente habría recibido algunas acciones de OpenAI como pago.
Shah adquirió dicho URL en 2023 por «una suma de ocho cifras, sin concretar. «La razón por la que compré chat.com es simple: Creo que la UX basada en el chat (#ChatUX) es la próxima gran novedad en software. Comunicarse con ordenadores/software a través de una interfaz de lenguaje natural es mucho más intuitivo. Esto es posible gracias a la Inteligencia Artificial Generativa», escribió Shah en un post de LinkedIn en el que anunciaba la compra, a la que chat.com redirigió brevemente antes de revenderla.
Sin embargo, pocos meses después de adquirila, Shah afirmó que había vendido el dominio, sin especificar la identidad del comprador. Además, menció que había utilizado 250.000 dólares de las ganancias de la venta como donación a Khan Academy, una organización educativa sin ánimo de lucro.
OpenAI anunció en septiembre una nueva serie de modelos de razonamiento que empezaban por «o1«. En aquel momento, el antiguo director de investigación Bob McGrew declaró a The Verge que esperaba que la serie o1 marcara «el primer paso de nombres más nuevos y sensatos» para comunicar mejor el trabajo de la empresa.