En todos los análisis y predicciones de la posible evolución del sector legal, aparece como un factor determinante la profunda transformación, consecuencia de la irrupción generalizada de la Inteligencia Artificial, en las versiones que ahora conocemos, pero, sobre todo, en lo que está por venir, que, según los expertos, supondrá un cambio radical para todas las profesiones, y en particular, para los abogados.
Por ello interesa reflexionar sobre cómo están abordando los departamentos legales de las empresas el reto de la transformación tecnológica, y en un contexto más general, cómo se está produciendo un replanteamiento de la función de los IN-HOUSE en la estrategia de las compañías.
Se observa de un tiempo a esta parte un nuevo modelo de concebir la asesoría interna, que considera todo lo que gira en torno a lo que hacen los departamentos legales como una materia de alto valor estratégico para la toma de decisiones de los negocios o la gestión de las compañías.
Junto a los asuntos tradicionales han aparecido nuevas competencias, ligadas a las exigencias del cumplimiento normativo, la gestión de los mapas de riesgo o el gobierno corporativo que, por su trascendencia en la gestión y dirección, sitúan a las asesorías internas en una posición clave a la hora de ofrecer a los equipos de dirección una ventaja competitiva, frente a los que no tienen un alto nivel de exigencia en estos asuntos.
El regulador y los mercados privilegian, cada vez con mayor asiduidad, a las entidades que evidencian un compromiso ético y un cumplimiento normativo, que las hace seguras, previsibles y acreedoras de la confianza de la sociedad.
Hoy no es posible entender la existencia de un departamento legal que no tenga un plan de innovación tecnológica”
PROACTIVOS Y JUNTO AL NEGOCIO
En esta nueva tendencia, el IN-HOUSE de hoy debe ser un departamento pegado a los negocios, que entiende la actividad económica, hace suya la cuenta de resultados, el éxito o el fracaso de una operación, sale de los despachos corporativos y se impregna de la realidad de la empresa, adopta una actitud proactiva ofreciendo soluciones y alternativas, explotando, con creatividad y dentro de los límites legales, las posibilidades que la norma ofrece. Ha de actuar siempre con agilidad, al ritmo de las operaciones y con una interlocución fácil y directa. Y siempre con la posibilidad de medir, mediante indicadores, el valor tangible que el área legal aporta, dejando de ser un mero centro de coste para convertirse en un departamento estratégico. En este viaje a la transformación, juega un papel decisivo la innovación tecnológica, siempre que se implante en el marco de una estrategia bien definida. Hoy no es posible entender la existencia de un departamento legal que no tenga un plan de innovación tecnológica.
DIGITALIZACIÓN AL SERVICIO DEL NEGOCIO
Sólo con un amplio despliegue de herramientas digitales que empleen alguna variante de IA pueden alcanzarse los niveles de eficiencia y productividad que demanda un asesoramiento ligado a los negocios, en los que las aplicaciones del área legal se abren al uso por el resto de los departamentos de la compañía, que se sirven de productos legales puestos a su disposición, muchos de ellos a través de automatismos. Este análisis lo hago no desde la abstracción, sino a partir de una experiencia concreta, la de ILUNION y su equipo legal, profesionales de élite, la mayor parte personas con discapacidad, que han conseguido transformar el departamento legal para que sea considerado de alto valor estratégico, y ser reconocido por el sector como líder en innovación, en el TOP 10 Europeo.
*José Luis Barceló Blanco-Steger es director de la Asesoría Jurídica de ILUNION.