1. Dirigen y marcan el rumbo
Son los capitanes de cada uno de sus lugares de trabajo. Ambos buscan siempre lo mejor para las personas que les rodean, para su trabajo y para la empresa en general. Marcan el rumbo que deben tomar en cada momento y son la principal dirección a seguir.
2. Fomentan el trabajo en equipo
El capitán intenta que la tripulación esté lo más cómoda posible trabajando en el barco, al igual que lo hace el director de una compañía para con sus empleados. Ambos saben de la importancia del trabajo en equipo y lo fomentan. Tanto un barco como en una empresa, si las personas que lo componen no trabajan unidos, se hunde.
3. Son los últimos en abandonar
O al menos así debería ser. Cuando las cosas van mal ambos se mantienen firmes en sus puestos intentando salir del atolladero de la mejor forma posible, luchando hasta el final.
4. Mantienen la calma frente a las adversidades
Durante la tormenta (ya sea de carácter meteorológico o empresarial) son los que deben mantener la calma y dar directrices al resto de componentes de sus equipos para establecer cómo deben actuar. No pierden nunca el timón porque saben que de hacerlo todo se puede ir por la borda.