Si hay un destino que destaca por los preciosos parques naturales y las calas de aguas turquesas, ése es Ibiza. Pero la isla tiene otra cara, complementaria e igualmente fascinante: la de la diversión más desenfadada, donde la música juega un papel trascendental. Y hablar de música aquí es hacerlo inevitablemente de Ushuaïa Ibiza Beach Hotel y Hard Rock Hotel Ibiza, ambos pertenecientes a Palladium Hotel Group y ambos ubicados en Playa d’en Bossa. Que empiece la fiesta.
Let’s Rock
El Hard Rock Hotel Ibiza es un establecimiento de lujo diferente a lo habitual, que ofrece una amplia gama de restaurantes y actividades para todos los gustos, y cuenta con casi 500 habitaciones de primera clase, muchas de las cuales están inspiradas en algunas de las más famosas épocas del rock y el pop.
Todo, absolutamente todo está enfocado para disfrutar y relajarse. Empezando por su extensa y magnífica oferta gastronómica. Podrá despertar mirando al Mediterráneo desayunando en Sessions, almorzar en Munchies, comer disfrutando de las vistas y la brisa del mar en The Beach, cenar en Tatel y tomar una copa dominando toda la zona sur de la isla en The Ninth, la terraza en la azotea. Aunque la joya culinaria es Sublimotion del chef Paco Roncero (dos estrellas Michelin), que permite que solo 12 comensales por noche disfruten de una experiencia visual y tecnológica salvaje.
El placer continúa en Rock Spa, con sus terapias musicales que masajean el cuerpo al ritmo de las vibraciones sonoras de una sesión creada ex profeso, o lo que es lo mismo: reserve un masaje Synchronicity y descubra una nueva manera de relajarse.
Podrá alojarse en el hotel con toda su familia y hasta con su mascota si viaja con ella. En el servicio de guardería, los más pequeños serán auténticas estrellas de rock donde podrán, incluso, tocar instrumentos musicales.
Todo esto en un ambiente cargado de buena música y objetos de grandísimos artistas que han sido donados a la memorabilia de cada hotel Hard Rock. En el de Ibiza encontramos, entre otros, una capa de Elvis Presley, vestidos de Shakira o pertenencias de Pink Floyd y Marilyn Manson.
No solo le sorprenderán con números musicales en la recepción, mientras come a pie de playa o se baña en la piscina, sino que también hay repartidos instrumentos a su disposición para dar rienda suelta a su creatividad.
Sube el volumen
Los decibelios se disparan en Ushuaïa Ibiza Beach Hotel, el que dicen que es el establecimiento que cambió la isla para siempre (al menos en su faceta más hedonista). Y es que este lujoso hotel, exclusivamente para adultos y de 415 vanguardistas habitaciones y suites –dividido en dos espacios bien diferenciados, The Ushuaïa Tower y The Ushuaïa Club –, hace ya casi una década dio con la clave que tantos buscaban: la combinación perfecta entre fiesta y exclusividad, tomando por bandera –e izándola sin complejo alguno– la diversión y la música electrónica.
La realidad es que aquí no se viene precisamente a descansar. Pero sí a disfrutar, y mucho. Algo de lo que se encargan sus concierges, capaces de hacer realidad los deseos de los huéspedes, por rocambolescos que éstos sean. Aunque poco más se necesita cuando se está a remojo en la piscina disfrutando de un cóctel y buena música… ¿Tal vez una copa de champán en un jacuzzi exterior y privado? Pues también es posible.
Sobra decir que es justo aquí, en The Ushuaïa Club, donde tienen lugar las fiestas más famosas de la isla, que comienzan bajo el sol vespertino y terminan ya entrada la noche, y por donde desfilan los djs más famosos del mundo. Cada tarde, su gran escenario muta, como por arte de magia, en un universo musical y estético totalmente distinto, para dar cobijo en diferentes sesiones (una distinta cada día de la semana) al amplio espectro de la música electrónica actual, ya sea a los oscuros y alternativos sonidos de su emblemática Ants o a los ritmos electrolatinos de su sorprendente Mucho Ibiza. Y lo hace rodeado de miles y miles de clubbers congregados en su pista de baile o en las numerosas zonas vip acotadas en torno a su fantástica piscina.
Aquí la música es omnipresente, pero no es el único reclamo. La gastronomía también es una pieza clave del puzzle. El festín (para recuperarse del fiestón) comienza en cuanto amanece con su The Unexpected Breakfast, servido a pie de playa en The Beach by Ushuaïa Ibiza –donde también se ofrecen comidas y cenas de aire mediterráneo– y compuesto por un laberinto de coloridos stands en los que hay absolutamente de todo lo que se pueda imaginar y que pondrá en apuro a los indecisos.
Tampoco pasan desapercibidos el Minami Japanese Restaurant, con sofisticadas elaboraciones asiáticas con guiños occidentales; el templo carnívoro Montauk Steakhouse Ibiza, donde los mejores cortes se elaboran al carbón y son ahumados con madera de árboles frutales; o las exclusivas tentaciones de The Oyster & Caviar Bar, situado junto a la piscina de The Ushuaïa Tower, es decir, en pleno meollo.
Comer, bailar, el rollo de siempre… Y así se va completando, día tras día, el ciclo de Ushuaïa Ibiza Beach Hotel. Como debe ser.