1. Muestra positividad: no se trata de hacer tu trabajo sin más. Tu actitud durante tu jornada hará que seas una persona esencial en la empresa. Mira el lado bueno de las cosas y ponle ilusión a cada proyecto.
2. Expón siempre tus ideas: tienes que intentar destacar ante otros y ser, de alguna forma, imprescindible. Tus iniciativas y la implicación que tengas en el negocio son claves para que te tengan en cuenta.
3. No te agobies ante tus dudas: es normal que haya momentos en los que no sepas cómo actuar. Es ahí donde tienes que saber pedir ayuda y buscar soluciones. Se valorará que sepas reaccionar ante diferentes situaciones y no pierdas la calma.
4. Deja las quejas atrás: si quieres seguir formando parte de un equipo tienes que aprender a seguir el ritmo establecido sin críticas. Siéntete orgulloso de tu trabajo y de la empresa e intenta facilitar las cosas.
5. Ayuda siempre que puedas: aunque no lo creas, los jefes quieren a profesionales competentes pero también, a buenos compañeros. Muestra tu disponibilidad y tus ganas de compartir opiniones. Serás valorado por tu jefe y, como no, por tu equipo.
6. Se sincero pero con vista: está bien que expreses tus opiniones pero tienes que saber reservarte algunos pensamientos. Defiende tus intereses y selecciona las palabras adecuadas para cada momento. Los resultados que obtengas dependerán en gran parte de tu vocabulario y tu comunicación no verbal.
7. Puntualidad siempre: las excusas acaban aburriendo a los jefes. Intenta llegar a tiempo a cada reunión, salir a tu hora y evitar faltar días sin motivos importantes. Te restará responsabilidad ante tu superior.
8. Une tus metas a las de la empresa: luchar por conseguir un mismo objetivo te abrirá puertas de cara a tu jefe. Por norma general, prefieren contar con expertos que se esfuercen por obtener resultados y crecer dentro de su compañía.
9. Muestra tu ambición: si eres una persona que tienes expectativas de futuro será más fácil que tu contrato continúe. Transmitirás compromiso y dedicación de cara a la empresa. No te des por vencido ante los problemas.
10. Adáptate a los cambios: en una empresa se pueden vivir grandes logros pero también, fracasos. Los cambios estarán presentes y tienes que saber convivir con ellos. Muestra tu interés por conocer más y da naturalidad a la situación de la que seas partícipe.