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Una plataforma se manifiesta en Santiago para pedir a Abanca que devuelva el dinero a afectados por ‘phising’

Un compostelano explica que sufrió el robo de 12.000 euros, mientras la entidad sostiene que «los fraudes no se producen por una brecha de seguridad»

SANTIAGO DE COMPOSTELA, 23 (EUROPA PRESS)

La Plataforma de Afectados polos Roubos de Datos Bancarios se ha concentrado ante la oficina de Abanca en Santiago, para denunciar que esta entidad «se niega» a devolver su dinero a «multitud» de clientes víctimas de estafas.

Alerta de «falta de seguridad» de Abanca que lleva a que los ladrones suplanten su identidad y sus números de teléfono oficiales para llamar o mandar mensajes a clientes a los que estafan mediante técnicas como el ‘pishing’ (ciberestafa).

En declaraciones a los medios, el portavoz de la Plataforma de Afectados polos Roubos de Datos Bancarios, Eduardo Sebio, advierte de que «multitud» de usuarios de Abanca «están sufriendo robos en sus cuentas a consecuencia de que sus datos bancarios se los roban a Abanca y a otros bancos también», por lo que «mediante esos robos después engañan a los clientes haciéndose pasar por el banco, pidiéndoles claves, mandándoles mensajes, con llamadas telefónicas y en las llamadas telefónicas incluso aparece el número del banco».

Subraya que las estafas que sufren los clientes «son a consecuencia de los robos de datos bancarios», y «quienes los tienen que custodiar son los bancos, es su obligación». «Y después ellos (los bancos) hacen culpables a los usuarios de sufrir los robos en sus cuentas», agrega

Por ello, Sebio reclama que «se aumente la seguridad» por parte de la entidad para que los robos no se produzcan y «devuelvan el dinero que es robado». Contrapone lo que ocurre en otras entidades que «sí están accediendo más rápidamente a las demandas de los usuarios y devolviendo el dinero» con que «en el caso de Abanca hay una negativa total». Lamenta que la única salida que deja a los usuarios es la denuncia jurídica, que «es larga y costosa».

Además, llama la atención sobre que «mucha gente, que por vergüenza se siente culpable por ser engañados», no denuncia. De tal forma, anima a todos los estafados a que se unan a la plataforma y reclame lo que le robaron. Señala que «cada vez» tienen constancia de más afectados que se ponen en contacto con la plataforma y quieren llevar las protestas a otros municipios.

En esta protesta han participado decenas de personas tras una pancarta en la que se podía leer ‘O teu diñeiro en perigo en Abanca’. Durante la misma se han coreado cánticos como: ‘Non faltan cartos, sobran ladrón’ o ‘A ver quen permite o roubo dos aforros’.

EL CASO DE BENEDICTO

Benedicto Blanco, un vecino de Santiago, explica que le llamaron de un número de teléfono de Abanca suplantando a un gestor que le informaba de que intentaban sacar una cantidad de dinero de su cuenta para comprar unos billetes de avión. Después de cortarse la llamada y comprobar que ese número coincidía con uno real de la entidad, recibió otra llamada en la que le daban datos de sus movimientos que había hecho con la tarjeta, por lo que le dio credibilidad y procedió a darles sus claves.

«Me retiran 8.000 euros en dinero efectivo y 3.000 y pico en crédito» que él no pidió, el cual está pagando «a razón de 250 euros cada mes». «Yo no hice ese gasto ni hice nada», ha clamado en declaraciones a los medios en la mañana de este miércoles durante la protesta.

Así, Blanco se queja de que el banco le da «largas continuamente». Tuvo dos reuniones con ellos, pero afirma que no le hacen caso más de medio año después de sufrir esta estafa, una cuestión que contrasta con que a un conocido suyo «en 15 días» otro banco le devolvió el dinero en un fraude similar.

«No me ayudan en nada», sostiene Blanco. «Por encima de robarme el dinero se está beneficiando de mí», dice sobre un crédito en Abanca que él no solicito, por lo que el montante del robo supera los 12.000 euros al contar los intereses.

«EL SEÑOR ESCOTET PERDONA DEUDA AL DEPORTIVO»

«El señor Escotet perdona una deuda al Deportivo da Coruña, pero quien le da el dinero todos los días, que somos los que pagamos con tarjeta, no nos está dando nada», se queja Benedicto Blanco.

Censura que a «Abanca le falta seguridad, no la tiene, ni seguro». «No tiene una seguridad, está permitiendo que los hackers le pirateen sus números de teléfono, llaman desde un número de teléfono, pero tú devuelves la llamada y es Abanca», resume.

ABANCA NIEGA UNA «BRECHA DE SEGURIDAD»

Por su parte, Abanca asegura que «los fraudes no se producen por una brecha de seguridad en los sistemas» del banco. «Se trata de una suplantación de identidad», deja claro. «Simulan ser Abanca, pero no están en nuestros sistemas, ni se produce ningún problema de seguridad», agrega.

Según explican por parte de Abanca a Europa Press, «el banco es sensible a cualquier reclamación que recibe de cualquiera de sus clientes, y les ofrece una respuesta individualizada a cada uno de ellos en función de las circunstancias de cada caso». «En algunos casos se compensa y, en otros, en los que hay una actuación negligente por parte del usuario, no se compensa», apostilla.

Además, «los fraudes no son exclusivos de los clientes de Abanca, pasa en todas las entidades y en empresas de otros muchos sectores».

El banco recuerda que «nunca va a enviar un mensaje o llamar para pedir las claves de banca electrónica o los datos de la tarjeta a través de enlaces/links». «Además, hacemos activamente campañas de concienciación a clientes por los riesgos de los fraudes. La intensidad de las campañas y el número de canales ha ido creciendo con los años a medida que el riesgo ha aumentado», resalta.

A esto se suman «capacidades de detección tempranas que permiten detectar operaciones fraudulentas y responder lo antes posible y las mejora constantemente». Entre otras cuestiones, Abanca relata que cuenta con un sistema de verificación de identidad del usuario que ayuda a incrementar la seguridad ante problemas de fraude, intentos de suplantación de identidad o cesión de SMS a un tercero. También existe una revisión de los importes máximos para realizar operaciones online en los contratos de banca electrónica.