Parece que esta modalidad de socializar se ha extendido como la pólvora en los últimos años. En el siglo XIX pertenecer a estos selectos clubes era sinónimo de estatus y exclusividad en las grandes ciudades. De hecho, la mayoría de los clientes, eran aristócratas o élites políticas y financieras. Y siempre hombres… Pero hoy, hablar de privilegios sociales heredados, o incluso de género, huele demasiado a naftalina.
Es verdad que no todo el mundo puede inscribirse en los modelos actuales, pero ahora sólo se sesga por aficiones, intereses o perfiles laborales. De hecho, las cuotas han dejado de ser desorbitadas.
Un ejemplo de ellos es Around Madrid (en Paseo de la Castellana 45) que por una membresía mínima de 48 euros al mes, puedes disfrutar de los servicios más básicos de un club privado. Dependiendo de tu aportación, puedes acceder a un lugar de encuentro entre miembros similares, donde saborear los mejores cócteles, reservar salas de reuniones, invitar a gente ajena al club y disfrutar de su agenda cultural y de ocio.
Como colofón, puedes incluso usarlo de dirección postal propia o –lo que más nos gusta– aprovecharte de su servicio de ducha para no tener que volver a casa antes de un evento nocturno. Todo para hacerte la vida más fácil porque, ahora también, cuenta con un servicio de afeitado y corte de caballero de la mano de Carlos Conde, una eminencia del negocio del grooming patrio que dará servicio de manicura masculina.