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La industria alimentaria reivindica la innovación como «obligación para diferenciarse» de la marca blanca

Critican la gran carga burocrática en materia de sostenibilidad

MADRID, 21 (EUROPA PRESS)

La industria alimentaria ha reivindicado la innovación como una «obligación» con el objetivo de diferenciarse de la marca blanca o de distribución (MDD).

En concreto, el presidente de McDonald’s España, Luis Quintiliano, el presidente ejecutivo de Grupo Gallo, Fernando Fernández, la vicepresidenta de Marketing de Danone España, Soledad Camacho, el presidente y consejero delegado de Deoleo, Ignacio Silva y el presidente de la Asociación Agraria de Jóvenes Agricultores (Asaja), Pedro Barato, han llegado a esta conclusión durante su participación en el IV Foro Retail y Gran Consumo de ‘El Economista’ en la mesa de debate ‘La puesta en valor de la cadena alimentaria».

Así, el presidente de Gallo ha defendido que ante el dilema actual al que se enfrenta el consumidor de elegir entre la marca blanca o de fabricante, la innovación juega un «papel fundamental», ya que hay que «ir por delante», trabajando asimismo el relato de la calidad, porque, al menos en el segmento de la pasta, «no todo vale y no todo es lo mismo».

IMPORTANCIA DE CREAR VALOR COMO FABRICANTE

En este sentido también se ha manifestado la vicepresidenta de marketing de Danone España, recalcando la importancia de crear valor como fabricante y situar las necesidades del «consumidor como fin primario». De su lado, el consejero delegado de Deoleo ha querido resaltar que el consumidor se mueve por expectativas, lo que también influye en su elección de MDD o marca de fabricante, teniendo que «impulsar la colaboración público-privada para movilizar el consumo».

En cuanto a lo que innovación se refiere, Silva (Deoleo) ha recalcado que esta supone «una obligación para diferenciarse de las marcas blancas», debiendo poner al mismo tiempo al consumidor en el centro. En esta línea también se ha expresado Barato (Asaja), quien ha apostado por la «innovación sin trampas», tomando como «gran aliado al consumidor», ya que «no se puede jugar con él y hay que mimarlo e informarle».

Por otra parte, en cuanto al tema de la sostenibilidad, Barato ha destacado que «si no es rentable, no va a ser sostenible», para luego criticar la «gran carga burocrática» que soportan los agricultores y ganaderos. «Si se dedicaran a quitar todas las normas que no sirven para nada, ganaríamos mucho, ya que las normas que tenemos son normas absurdas que vienen a limitar la producción española y europea, y yo lo que creo es que tenemos que hacer las cosas bien y que la rentabilidad sea para todos», ha llegado a manifestar el presidente de Asaja.

CUIDAR Y RESPETAR LOS TIEMPOS DE LAS PYMES EN SOSTENIBILIDAD

En esta misma línea se ha expresado el presidente de Deoleo, quien ha hecho hincapié en que tanto las administraciones como las empresas están remando en la misma dirección en el tema de la sostenibilidad, pero se debe «cuidar» y respetar los tiempos de las pequeñas y medianas empresas (pymes), teniendo en cuenta asimismo la sostenibilidad económica. Fernández (Gallo) ha coincidido con este argumento, añadiendo que se debe poner «sentido común» a las normativas de sostenibilidad, ya que no se puede pedir «todo de golpe y para mañana».

CASTIGAR AL QUE CONTAMINE Y PREMIAR AL QUE NO

Por su parte, el presidente de Asaja ha reclamado que los sectores que descontaminen cobren por ello, y que, los que contaminen, sean penalizados por ello, para después señalar que «el sector del aceite de oliva lo hace todo perfecto en términos de economía circular».

De su lado, Camacho (Danone) ha resaltado el impacto social que puede llegar a tener la sostenibilidad, mientras que el presidente de Gallo ha recalcado el «trabajo mano a mano» que hacen desde su compañía con los agricultores. Por último, el presidente de McDonald’s España ha destacado su uso de las energías renovables y de envases reciclados, teniendo el objetivo de llegar en 2050 a ser neutrales en carbono.

«Siempre vamos por delante de la legislación», ha argumentado, para luego añadir que la colaboración público-privada es necesaria para que Europa «no quede por detrás de otros países».