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Tissa Fontaneda, diseñadora: «Estamos buscando socios para expandirnos en Estados Unidos»

¿Qué hay detrás de los icónicos bolsos de piel burbuja que han revolucionado el lujo artesanal? La diseñadora Tissa Fontaneda nos desvela su pasión por la artesanía y su visión única de la moda en esta entrevista.

Con más de tres décadas de experiencia en la industria de la moda, Tissa Fontaneda (Múnich, 1965) es una diseñadora que ha redefinido el lujo artesanal con sus icónicos bolsos de piel burbuja. Tras formarse y colaborar con algunas de las casas de moda más prestigiosas de Europa, incluyendo Loewe, en 2010 decidió lanzar su propia marca para dar rienda suelta a su visión creativa. Su pasión por la artesanía tradicional, su compromiso con la sostenibilidad y su dedicación a la calidad excepcional han consolidado su firma como un referente en el mundo de los accesorios de lujo. En esta entrevista para Forbes Women, nos revela los secretos detrás de su éxito, los desafíos superados y cómo ha logrado crear una marca que trasciende tendencias.

La diseñadora Tissa Fontaneda.

¿Qué le inspiró a crear su propia marca de bolsos y accesorios de lujo en 2010?

Entré en el mundo de la moda antes de la aparición de los grandes grupos de lujo y me formé en aquel ambiente parisino de artesanos excepcionales, donde la mayoría de las marcas reflejaban el gusto y el estilo de sus creadores, que todavía estaban al mando de sus casas de moda. En Loewe aprendí todo sobre piel y fabricación de bolsos trabajando con los más grandes artesanos y diseñadores en Europa. Había una conexión entre producto y operario, y yo me pasé horas observando la fabricación de un bolso desde su corte, ensamblaje, cosido… hasta estar terminado. Siempre me ha encantado este mundo artesanal y sigo pensando que el verdadero lujo viene de ahí, de esos talleres tan hermosos donde huele a piel y pegamento.

Hoy en día, las fábricas están muy digitalizadas y los bolsos vienen producidos casi como si fueran coches. Eso nos crea muchos problemas en el momento de trabajar una piel tan complicada como la Nappa Bubble (cordero): el ojo humano es esencial para elegir las piezas, situar los patrones, cortar… A mí me gusta la libertad de poder crear lo que me apetece, y trabajar en un ambiente donde tanto yo como quienes me rodean nos sintamos cómodos. No nos obsesionamos con curvas de ventas y márgenes de beneficios; nuestro objetivo es hacer de Tissa Fontaneda una marca personal liderada por un equipo creativo cuyo foco principal sea siempre el producto. Esa es mi forma de vivir, trabajar y crear.

Por eso sus productos son conocidos por su alta calidad y longevidad. ¿Cómo asegura estos estándares en cada pieza que produce?

Usando los mejores materiales y las mejores fábricas en España. Aun así, no podemos asegurar la calidad y longevidad de nuestros bolsos y accesorios si la mujer que los está llevando no está dispuesta a apreciarlos y tratarlos como es debido. Al final, se trata de pieles con un curtido natural que requieren una cierta delicadeza. Ahí entra en juego el concepto que cada uno tiene del verdadero lujo. Para mí, el lujo no está en un logo, sino en que el producto esté hecho con los mejores materiales y se trate con el debido cariño y respeto.

¿Y cuál fue el mayor desafío al que se enfrentó al iniciar su propia marca y cómo lo superó?

Al arrancar con la marca, creo que mi mayor desafío fue gestionar bien los presupuestos. Cuando se trabaja con pieles tan caras y que tardan tanto en producirse, se necesita una inversión grande a largo plazo. Yo no nací empresaria, así que he tenido que ir aprendiendo todo esto con el tiempo. Como marca, hasta ahora hemos podido mantener nuestra independencia y un crecimiento orgánico y estable. Por supuesto que hemos pasado por momentos duros, pero siempre hemos sabido salir de ellos de manera satisfactoria; en muchas ocasiones, debo reconocer, gracias al apoyo de nuestros proveedores y colaboradores.

Otro desafío enorme ha sido la creación de nuestra característica piel burbuja. Me obsesioné con esta técnica desde el principio ya que para mí era una manera inigualable de interpretar la napa cordero. Han sido años de incansable investigación por parte de los mejores curtidores del mundo, por supuesto, españoles, que igual que yo se han enamorado del producto y de lo que hemos logrado con ello. Juntos hemos conseguido transformar la piel en arte.

Sus tiendas en Madrid y Londres han sido un gran éxito. ¿Qué importancia tienen estas ciudades para usted y para su marca?

Tenemos un producto muy especial con una fuerte identidad propia. Estaba claro desde el principio que la forma más adecuada de exponerlo era en tiendas que llevaran mi nombre.

También era indispensable para mí, por mi visión particular del estilo y la elegancia, que mis bolsos estuvieran acompañados por una pequeña colección Ready To Wear con prendas de alta calidad, atemporales y fáciles de combinar.

Cuando abrimos nuestra primera tienda en Londres el año pasado, casi se me saltaron las lágrimas. Ha sido un sueño hecho realidad presentar mis creaciones en una ciudad tan cosmopolita y abierta a novedades. Por otro lado, Madrid es mi casa, el lugar donde he formado mi familia, una ciudad que amo con locura y que con los años se ha convertido en una de las grandes capitales europeas a nivel financiero y cultural. Desde luego, los inicios no fueron fáciles. Cuando llegué aquí desde París hace casi 30 años, sin conocer a nadie y sin hablar una palabra de español, los madrileños me acogieron con su amabilidad característica y su alegría de vivir. Siempre les estaré agradecida por ello. Me siento muy orgullosa de tener ahora una tienda propia en esta ciudad.

Foto: Cortesía de Tissa Fontaneda.

La sostenibilidad es un tema central en su trabajo. ¿Qué medidas específicas toma para asegurar que los productos sean éticos y sostenibles?

Ser sostenible poco tiene que ver con dejar de comer carne o usar pieles a base de plantas. Ser sostenible es una manera de vivir y de trabajar, hasta llegar a un punto en que marca y consumidores comparten los mismos valores. Casi todos nuestros productos están hechos en España, con artesanos locales y fábricas pequeñas que han pasado de padres a hijos… Nuestro producto no debe considerarse ‘de moda’, ya que ofrecemos modelos cuya finalidad es durar en el tiempo. Intentamos (siempre y cuando sea posible) usar las pieles en su totalidad, sin tener que tirar mucho. Esta filosofía ha dado vida a algunos de nuestros bolsos más emblemáticos, como el Bucket Patchwork o el Mausi.

Trabaja estrechamente con artesanos locales en España. ¿Cómo influye esta colaboración en el diseño y la calidad de los productos?

En España tenemos a algunos de los mejores artesanos del mundo, y me da pena cuando veo que las nuevas generaciones no parecen muy interesadas en este tipo de trabajos. Sea un bolso, una pieza de ropa o un complemento, siempre empiezo a diseñar mis nuevos modelos a partir de los materiales que tengo en las manos. Hago mis bocetos y me siento con mi modelista y con mi director de desarrollo para valorar la mejor forma de llevarlos a cabo, asegurando siempre la máxima calidad posible. Mi modelista siempre se muestra recelosa al principio, pero el resultado final siempre termina siendo hasta mejor de lo que imaginaba. Eso es gracias al equipo con el que trabajo.

Para mí sería imposible hacer lo que estoy haciendo sin una colaboración tan estrecha con los artesanos, porque son ellos los que saben qué se puede llevar a cabo y qué no. Nuestro taller en Madrid es, sin exagerar, único en el mundo. Cada vez que voy, salgo con nuevas ideas y creaciones. Amo este lugar y tengo un respeto máximo por todos estos grandes profesionales españoles que no descansan hasta lograr lo imposible. Ese amor y ese respeto por la dedicación de los maestros a su oficio son dos valores fundamentales en Tissa Fontaneda.

La paleta de colores de las colecciones es muy original y variada. ¿De dónde sale la inspiración para elegir esa paleta tan vibrante y en general, bolsos tan originales?

Foto: Cortesía de Tissa Fontaneda

No sigo mucho las tendencias, la verdad, pero tengo que reconocer que me vuelven loca los colores. Me inspiro sobre todo en el mundo del arte y de la pintura. El año pasado visité la Basílica de San Francisco de Asís, en la Toscana, y me quedé impresionada con el color azul intenso de los frescos de la cúpula interior. No descansé hasta lograr ese tono exacto de azul en mis pieles. Lo hemos llamado Assisi Blue.

Mirando hacia el futuro, ¿qué espera lograr con la marca y cuáles son sus próximos proyectos o planes de expansión?

Lo tengo bastante claro: quiero abrir más tiendas propias donde exponer todos los productos del universo Tissa Fontaneda, incluida una nueva línea a la que voy a llamar Tissa’s Home. Vivimos en un mundo muy inestable en el que los consumidores buscan agarrarse a valores seguros. Por eso, presiento que van a seguir apreciando el hecho de entrar en una tienda bonita, donde eres recibido con educación y amabilidad, y en la que todos los productos tienen una historia detrás.

En los últimos meses, además, hemos vuelto a vender en Japón, algo que tuvimos que interrumpir a causa de la pandemia. Ahora estamos buscando partners para expandirnos por Estados Unidos. Sé que los americanos adoran nuestros productos, pero es un mercado muy difícil y competitivo y no me atrevería a dar el salto sola.Uno de los pasos más importantes que daremos próximamente será decidir dónde abrir nuestra próxima tienda fuera de España. Tenemos alguna idea sobre la mesa, pero hasta el año que viene no vamos a tomar ninguna decisión en firme.