Los estadounidenses están volviéndose algo escépticos. Salvo algunas instituciones que aún gozan de un amplio apoyo y confianza entre la sociedad, la mayoría no parece concitar el suficiente predicamento.
El ejército se encuentra en lo más alto seguido de la pequeña (y mediana) empresa y la policía, que aunque depositaria de una confianza mayoritaria, es solo algo superior al 50%. Y a partir de aquí la mayor parte de la arquitectura política, económica, mediática, de protección social y religiosa de EE UU se mueve en niveles claramente insatisfactorios, según una encuesta de la firma Gallup.
Por ejemplo, el Congreso se encuentra en lo más bajo de la lista, lo que invita a interpretar que los representantes electos gozan de una reducida consideración entre sus conciudadanos. Las noticias de televisión, ante la que los estadounidenses consumen unas tres horas diarias, atraviesan también un problema de credibilidad.
La tercera institución con más bajo nivel de confianza es el sistema judicial, casi al mismo nivel que el de la prensa. En cuestiones religiosas, la encuesta de Gallup arroja un sorprendente dato para un país colonizado por aventureros y por la Biblia –cuyo principal lema nacional es “En Dios confiamos”–, y es que la Iglesia, o en términos más genéricos, las organizaciones religiosas, gozan de un porcentaje de confianza inferior al 40% de la sociedad y que contrasta con el 67% otorgado a las pymes. Según Gallup, los datos son consistentes con los de años anteriores.