La demanda mundial de automóviles eléctricos no cesa de subir. Para 2020 se calcula que alcance los 4,5 millones de unidades, el equivalente al 5% del mercado mundial de automóviles y camiones pequeños. La preocupación por la sostenibilidad medioambiental es una de las principales razones que están detrás de la expansión que vive esta nueva tecnología del transporte, y de manera muy especial el mercado chino, donde la demanda de estos vehículos ha crecido más del 70% el año pasado.
Pero el desarrollo del mercado de coches eléctricos podría implicar un elevado coste en términos humanos y ecológicos para uno de los países más pobres: la República Democrática del Congo. Según el World Economic Forum, una organización de cooperación económica, dos tercios del cobalto mundial –una materia prima crítica para la fabricación de las baterías eléctricas– se concentran en el país africano y su extracción se realiza en condiciones infrahumanas. Al parecer, niños de tan solo 10 años son utilizados como mano de obra por menos de 9 euros diarios por realizar un trabajo altamente peligroso y penoso, como cavar bajo tierra, transportar sacos muy pesados y lavar el cobalto extraído en los ríos.