Malas relaciones entre compañeros, jefes despóticos, falta de comunicación… mil y un motivos que hacen desequilibrar el “buen rollo” que debería reinar en nuestra empresa. Estas son las claves para un buen ambiente en el trabajo.
Que los jefes se interesen y preocupen por sus empleados es fundamental. Cuando se pierde la comunicación entre jefes y empleados, se produce un vacío que provoca una gran tensión en la empresa. Si eres jefe y tus empleados se callan cuando tú apareces… ¡cuidado! Algo estás haciendo mal.
Además los responsables de la empresa también deben fomentar a través de actividades o trabajos en equipo, que el buen ambiente se imponga en la empresa. Por supuesto no se debe mediar entre los problemas personales que tengan los trabajadores, pero si se debe procurar que reine la paz en la oficina.
Por supuesto, el buen ambiente laboral depende muchísimo de la relación entre compañeros, por lo que se deben intentar evitar las discusiones innecesarias, pedir perdón, reconocer méritos ajenos y errores propios… todo con tal de que la empresa tenga un ambiente laboral bueno entre todos sus componentes, para que así el producto o servicio que se ofrece no se vea resentido de una forma innecesaria.