Desde el lanzamiento del primer iPad en 2010 las tabletas han experimentado una trayectoria exitosa, con muchas empresas compitiendo por un mercado fascinado con el nuevo dispositivo que entraba en sus vidas –doméstica y profesional–. En unos pocos años, los envíos de tablets aumentaron prácticamente de cero antes del lanzamiento del iPad hasta los 230 millones de unidades en 2014.
Sin embargo, desde 2011, cuando los envíos alcanzaron su máximo histórico, con un incremento del 350%, su devenir ulterior ha sido de un lento y sostenido decaimiento. La aparición de los teléfonos inteligentes incorporando pantallas más grandes y nuevas innovaciones parece que han sido el canto del cisne de este dispositivo, cuyas ventas se estancaron en 2014, para ir reduciéndose desde entonces.
El mercado mundial de tablets disminuyó un 8,6% durante el tercer trimestre de 2018, según datos preliminares de un estudio de la consultora en tecnología International Data Corporation (IDC).
Las tablets de pizarra son las más vendidas, con 31,6 millones de unidades, pero sus envíos bajaron casi un 8% sobre el año anterior; mientras que las desmontables no parecen encontrar su hueco en el mercado y sus ventas se redujeron un 13,1%.