Arie L. Kopelman, ex presidente y director de operaciones de Chanel, a quien se le atribuye haber ayudado a impulsar el crecimiento masivo de la marca de lujo francesa, ha fallecido a la edad de 86 años a causa de un cáncer de páncreas. La noticia ha sido comunicada por su hija, Jill Kargman, a través de una publicación en su cuenta personal de Instagram.
Hombre astuto, de negocios y experto en marketing. Así fue Kopelman, el hombre que hizo historia en Chanel por sus ingeniosas interpretaciones de los estándares del lenguaje de los negocios. «El comercio minorista está en los detalles» fue una de sus frases preferidas en las numerosas entrevistas que concedió a lo largo de su carrera profesional, durante su etapa en la Maison y en sus ocupaciones anteriores.
Nacido el 23 de septiembre de 1938 en Brookline, Massachusetts, se graduó en la Universidad Johns Hopkins en 1960, donde estudió Medicina pero se especializó en Historia del arte. Más tarde cursó un máster en administración de empresas en la Universidad de Columbia, la formación que le dio la oportunidad de dar el salto a la primera línea de juego en grandes empresas.
Su primer trabajo fue en Procter & Gamble, donde se dedicaba a la comercialización de uno de los productos estrellas de la compañía, como fue Ivory. Tres años después dejó la empresa para incorporarse al equipo de la agencia de publicidad Doyle Dane Bernbach, primero como ejecutivo de cuentas y después como vicepresidente y director general. Tras 20 años allí y de crear campañas publicitarias para Chanel, Kopelman fichó por la firma francesa de lujo.
Durante 19 años su trabajó consistió en expandir los negocios minoristas de fragancias, cosméticos, cuidado de la piel y de los ojos y accesorios de la compañía, convirtiéndola en una empresa multimillonaria. Uno de sus grandes logros fue que cuando el directivo llegó a Chanel, la marca tenía dos boutiques independientes y unos ingresos anuales de 357 millones de dólares. Cuando se jubiló como presidente y director de operaciones en 2004, lo hizo dejando 17 tiendas físicas en Estados Unidos y ya en 2014 la marca tenía unas ventas de 7.000 millones de dólares.
En numerosas entrevistas aseguró que Chanel había evolucionado de tal manera que nada tenía que ver su pasado con su presente. Cuando se unió a la marca en 1985, la firma estaba empezando a abrir sus propias tiendas y Karl Lagerfeld llevaba poco tiempo diseñando la colección de prêt-à-porter, pero señaló que el gran cambio de Chanel fue de mentalidad: los empleados de larga duración que conoció creían que la moda de la marca estaba en un nivel tan estratosférico que no debía ser publicitada. Él consiguió hacerles cambiar de mentalidad.