Hay ideas basada en el ensayo e ideas que surgen con la vista puesta en el futuro. Desconocemos a qué categoría pertenece la colaboración entre Camper y el diseñador Kiko Kostadinov, pero sabemos con certeza que el resultado es un caso de éxito. Porque una temporada más (y ya van tres) la firma mallorquina ha apostado por esta fórmula para reinventar las piezas más icónicas de su archivo. Este nuevo proyecto, Together, incluye tres zapatos exclusivos para la próxima temporada que subvierten los patrones clásicos y derrochan actitud.
Al creador búlgaro afincado en Londres lo delata su gusto por la estética militar e industrial, esa obsesión por los uniformes que lo llevó al frente, recién graduado en la Central Saint Martins, de una firma de lujo con tanta historia como la británica Mackintosh. Por eso su última revisión del modelo Teix, una bota de senderismo lanzada en 1992, se mueve entre el campo de batalla y la ciudad en hora punta. Un calzado de suela contundente que recupera el estilo urbano más brutalista de los noventa, con varias capas de piel negra superpuesta, cierres metálicos y forro impermeable de tecnología Gore-Tex. O lo que es lo mismo, la pieza más atrevida y casual de este proyecto en conjunto. Una bota que bebe de la estética motorista y sirve como preámbulo de una generación de calzado urbano que toma inspiración en la naturaleza.
Pero la propuesta de Kostadinov no se limita al universo del streetwear. Su segundo diseño –en la imagen– adopta un enfoque más formal para reinventar el modelo Deia, la línea de inspiración más clásica de Camper. Con la idea de una silueta más elegante y atemporal en mente, el diseñador ha creado dos mocasines bicolor con punta redonda y piel cepillada de origen italiano. Un acto inesperado con el que propone un diálogo, incluso una reconciliación, entre la moda tradicional y la tendencia casual que ha imperado en los últimos años. Los modelos, con suela de goma, talón refinado y estética impecable, están disponibles en dos colores: uno negro con líneas blancas y otro en verde botella con detalles negros. El ejemplo evidente de que lo tradicional no está reñido con la vanguardia.