Amor, pasión, intelecto y muerte. Todo eso reúne La Virgen Roja, un peliculón de la directora Paula Ortiz con una impecable interpretación de Najwa Nimri (lo hace tan bien que la llegas a odiar). Basada en hechos reales, el film, que es estrenó el 27 de septiembre, cuenta la asombrosa historia de la joven prodigio Hildegart Rodríguez, hija de Aurora Rodríguez Carballeira. Su historia llega a la gran pantalla dirigida por Paula Ortiz y protagonizada por Najwa Nimri y Alba Planas, donde juntas hacen visible la historia revolucionaria del dúo, madre e hija, en una España abierta al cambio en los años 20.
Para entender que pasó tras el asesinato de Hildegart hay que entender la historia de la vida de su madre. Aurora (Ferrol, España, 1897), nació en el norte de España en una familia de clase media, la cual privó a la jovén de una educación completa. Es por esto que Rodríguez Carballeira tenía una mentalidad eugenésica y decide darle toda la educación que ella no pudo recibir a su futura hija, Hildegart. Con un plan premeditado en mente, decide quedarse embarazada de un cura llamado Alberto Pallás y comenzar su experimento creando a una mujer sin fronteras.
Sin embargo, esta no es la primera vez que se tuvo que hacer cargo de un bebe. La hermana de Rodríguez Carballeira, Josefa, dejó a su hijo Pepito Arriola con Aurora para que se hiciera cargo de él. Le educó para convertirse en un prodigio pero se tuvo que ir a Madrid con su madre, donde se convirtió en un gran músico. Aurora volvió a comenzar su plan eugenésico con su propia descendencia, esta vez una mujer.
Tras enseñarle a leer con dos años, a escribir con tres y convertirla en la abogada más joven de España a los diecisiete, Aurora veía un mundo abierto de oportunidades junto a su hija. No obstante, esta dependencia fue lo que hizo que el 9 de julio de 1933, la propia Aurora matara a su hija con una pistola mientras la joven Hildegart dormía. Aurora nunca se arrepintió de sus actos y negaba estar loca.
Fue condenada a 26 años en la cárcel pero cumplió la mayor parte de su condena en el centro psiquiátrico de Ciempozuelos. Es ahí donde murió en 1956 según BBC, no dejando rastro de su historia personal con su hija excepto sus informes médicos en el psiquiatra que nos han podido detallar las extraordinarias memorias sobre la perspicaz Hildegart y su madre Aurora.