MADRID, 30 (EUROPA PRESS)
El sector turístico español apuesta fuertemente por las terrazas, jardines y azoteas como elementos clave para atraer a los viajeros, con una inversión creciente en estos espacios exteriores que permiten extender el uso de las instalaciones durante todo el año. Este enfoque no solo responde a las preferencias de los turistas, sino que ha demostrado ser una estrategia rentable y flexible para los hoteles.
El crecimiento del sector turístico en España, con la apertura de más de 220 hoteles hasta 2025, refuerza la necesidad de estas inversiones. La flexibilidad y la optimización del espacio exterior no solo se han convertido en un atractivo para los viajeros, sino también en una estrategia muy lucrativa para los hoteleros.
El interés por los espacios exteriores no se limita solo a hoteles de lujo o grandes complejos turísticos. Los alojamientos más pequeños y apartamentos turísticos también han visto un crecimiento en la demanda de estas áreas al aire libre, ya que los viajeros buscan lugares donde puedan disfrutar del aire libre sin salir de las instalaciones. La búsqueda de entornos abiertos y adaptables, capaces de ofrecer una experiencia más segura y relajante, ha sido un motor clave en la transformación del sector turístico.
Además de mejorar la experiencia del cliente, la inversión en terrazas y azoteas también ha resultado en un aumento de la rentabilidad para muchos establecimientos. «El acristalamiento de estos espacios no solo optimiza el uso del área, sino que permite al hotelero adaptarse rápidamente a los cambios meteorológicos, manteniendo el espacio funcional durante más tiempo», asegura Javier Martínez, vicepresidente ejecutivo del Grupo Lumon, fabricante de soluciones de acristalamiento.
Este tipo de propuestas, como las llamadas ‘cortinas de cristal’, no solo permiten la integración con el entorno, sino que también proporcionan una mayor versatilidad a la hora de organizar eventos o ampliar las zonas de esparcimiento.
Hasta 2025, está prevista la apertura de alrededor de 220 nuevos hoteles en España, de los cuales el 24% serán de alta gama (5 estrellas). En este contexto, los espacios exteriores, como terrazas y azoteas, se han consolidado como una de las principales demandas. Según datos recientes, el 20% de las búsquedas de alojamientos turísticos en España están condicionadas por la disponibilidad de áreas exteriores, siendo los turistas británicos los que más valoran estos espacios (28%), seguidos por los franceses (25%) e italianos (8%).
La pandemia marcó un antes y un después en las preferencias de los viajeros, impulsando la demanda de espacios al aire libre. Por ello las terrazas y el acristalamiento de estas se han consolidado como la apuesta ganadora para recuperar los niveles de ocupación hotelera. Y es que las terrazas ofrecen un valor añadido tanto en verano como en invierno, siendo muy apreciadas por turistas y locales.
INVERSIONES QUE GENERAN FLEXIBILIDAD Y RENTABILIDAD.
Los hoteles han visto en los espacios exteriores una oportunidad para incrementar su rentabilidad y ofrecer una experiencia diferenciada a sus huéspedes. Es el caso del hotel Onas Marinas de Nerja donde la instalación por parte de la empresa especializada Lumon de 80 metros cuadrados de acristalamiento ha permitido ampliar el espacio del restaurante, aumentando la capacidad de comensales hasta 70 personas.
«En invierno, logramos incrementar la superficie disponible en 120 metros cuadrados, lo que se traduce en mayores beneficios», aseguran desde Ona Hotels & Apartments.
Otro caso destacado es el del Hotel Amàre Marbella, donde Lumon instaló 286 metros cuadrados de acristalamiento en varias plantas y en el Beach Club, creando una integración fluida entre los espacios interiores y exteriores. «El beneficio principal de las ‘cortinas de cristal’ es la permeabilidad visual, que permite una conexión continua entre el edificio y el exterior, además de proteger a los clientes en condiciones climatológicas adversas», afirma Manuel Crespo, director técnico de Fuerte Group Hotels.
AUGE DE ESPACIOS EXTERIORES.
El aumento en la demanda de acristalamiento y acondicionamiento de terrazas ha sido evidente en los últimos tres años. Según Lumon, las inversiones en estos espacios exteriores se concentran en áreas estratégicas como la planta baja y la azotea, donde se genera gran parte del ocio de los huéspedes.
Fuerte Group Hotels también ha apostado por esta tendencia, invirtiendo en varios proyectos destacados. En el Daia Slow Beach Hotel de Conil, se han destinado 80.000 euros a la adecuación de sus espacios exteriores, mientras que el Hotel El Fuerte en el centro de Marbella ha invertido unos 115.000 euros en acristalamiento para mejorar la experiencia de sus clientes.
Este enfoque en terrazas y azoteas permite a los hoteles ofrecer a sus visitantes un espacio atractivo y funcional durante todo el año, generando no solo una mayor satisfacción entre los huéspedes, sino también una ventaja competitiva en el mercado turístico actual.