Vivimos en un mundo donde el cambio se ha convertido en la única constante. Todos los aspectos de la vida parecen avanzar a una velocidad nunca antes vista. Se dice que experimentaremos más cambios en los próximos veinte años que en los últimos doscientos. ¿Cómo se verá afectado el mercado laboral por este cambio exponencial? ¿Qué habilidades y cualidades serán necesarias en un empleado?
Las carreras del futuro serán muy diferentes a las de hoy. Muchos aún esperan poder elegir una profesión y ejercerla el resto de su vida. Pero puede que este modelo no sea viable. De hecho, será más probable ejercer múltiples profesiones a lo largo de nuestra carrera. Cada diez o quince años tendremos que reinventarnos y aprender una nueva para adaptarnos a las demandas del mercado laboral.
Fue Eric Hoffer quien dijo: “En tiempos de cambio, son los aprendices quienes heredan la tierra… mientras que los doctos se encuentran hermosamente equipados para lidiar con un mundo que ya no existe”. Es decir, nuestra capacidad para aprender y nuestra disposición a participar en el aprendizaje permanente se convertirán en factores esenciales para el éxito.
Las instituciones educativas tienen que responder a estas demandas con programas que preparen a los graduados para el nuevo mundo laboral. No podrán permitirse más años de capacitación en el trabajo. También es probable que veamos programas mucho más modulares y más acelerados que los que se ofrecen actualmente. El modelo de un título universitario de cuatro años pertenece al pasado. Además, sin importar la profesión, habrá un denominador común: los estudiantes tendrán que aprender a aprender. Sin embargo, esto no será suficiente para tener éxito en el futuro.
El cambio que describimos anteriormente se debe a los avances tecnológicos. Una de las tecnologías que tendrá un impacto fundamental en el mercado laboral y en cómo veremos el mundo es la inteligencia artificial. Es inevitable que la mayoría de los sectores se vean afectados por ella. Según distintas investigaciones, tiene el potencial de automatizar actividades en ciertas industrias que actualmente representan alrededor del 50% de las horas dedicadas por la fuerza laboral. En un entorno donde la tecnología está tomando el control, debemos concentrarnos en lo que nos hace humanos.
Hasta ahora, se ha supuesto que las industrias y los oficios que requieren una cantidad significativa de trabajo de conocimiento (por ejemplo, experiencia en la toma de decisiones, planificación o labores creativas), así como la gestión y el desarrollo de las personas, serán los más difíciles de automatizar. Por lo tanto, concentrarnos en esas habilidades nos permitirá mantener una cierta ventaja competitiva.
Las instituciones educativas tendrán que asumir el cambio e impartir conocimiento que ayude a sus estudiantes a adquirir las habilidades y actitudes necesarias para mantenerse relevantes. Este cambio también requerirá programas más experienciales para que tenga lugar el cambio de comportamiento. Algunas instituciones educativas, como IE University, ya están dando los pasos necesarios para preparar a sus graduados para el futuro. Lo que se necesita ahora es un esfuerzo concertado de todas las partes para impulsar esta transformación tan pronto como sea posible.