En ocasiones, la filantropía se lleva en la sangre y en el caso del actor Christian Bale (Gales, 50 años) se ha reflejado todo lo aprendido de su padre, David Bale fallecido en 2003 y un conocido activista medioambiental, en su iniciativa de construir una comunidad para hasta 80 niños de acogida en Palmdale, una ciudad al norte de Los Ángeles. Su coste, que aunque para algunos de sus amigos de profesión ha sido «demasiado alto», es de 20 millones de euros (22 millones de dólares) y representa su primer grano de arena en el mundo filántropo de las celebridades.
Una tranquila ciudad de unos 150.000 habitantes de California ha sido la elegida por el ganador del Oscar a mejor actor de reparto por The Fighter (2010), para crear este nuevo pueblo en el que pueden convivir hermanos que no tienen lugar donde vivir cuando sus padres les faltan. Las obras comenzaron el 7 de febrero de este año y de momento, sus prospectos de finalizar en 2025, marchan estupendamente. Es el primer proyecto de estas características en existir en California. Su plan pretende extenderse a unos 700 metros cuadrados, en los que coexistirán 12 casas donde vivirán los menores y dos apartamentos de transición temporal para estos mismos. Se encuentra en pleno valle del Antílope y al lado de una zona comercial y de ocio, un lugar perfecto para construir una nueva vida.
Esta aldea llena de esperanza ha llegado a su puesta en marcha con ladrillos y tractores, gracias a la organización que el galés ha creado junto a Tim McCormick, quien fue director ejecutivo de Aldeas Infantiles en EE UU durante casi dos décadas, y el profesor de Medicina de la Universidad de California Eric Esrailian, filántropo armenio y muy amigo de los famosos. Se llama Together California, y con ella Bale espera «que este pueblo sea el primero de muchos, y que la gente, los californianos y los angelinos, sepan unirse a nosotros para abrir los ojos ante lo que está ocurriendo delante de nuestras narices», tal y como declaró el actor en The Hollywood Reporter.
En su inauguración el pasado mes de febrero, acudieron rostros políticos del estado de California relevantes en este tipo de iniciativas, como Kathryn Barge, la supervisora del condado de Los Ángeles quien no pudo dejar escapar a Palmdale «esta oportunidad de transformación de la juventud».
Bale vio la luz de la filantropía tras tener a su primer hija, Luka, en 2005 junto a su mujer Sibi Blažić, quien es doble de acción y la madre de sus dos hijos. Después de noches en vela pensando cómo se debía de sentir un bebé o cualquier niño sin sus padres, decidió llegar hasta el final de esta propuesta. Con mucha investigación previa y perfeccionamiento del plan de esta aldea utópica, logró llegar a otros corazones altruistas, como a los del restos de sus inversores como su agente Patrick Whitesell (exmarido de la ahora prometida de Jeff Bezos, Laura Sánchez), su compañero de oficio Leonardo Di Caprio y parte de la familia Bale.
Después de recordar su infancia junto a sus padre «donde no paraban de entrar y salir de casa niños sin hogar», el galardonado actor pretende que esta sea la primera acción filantrópica de una larga lista de construcciones e iniciativas a lo largo y ancho de todo el país. Para de esta manera, aportar algo positivo y de lo que «carece» la sociedad estadounidense, como él mismo declaró en la inauguración de la construcción de esta nueva comunidad.
