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Nautik Magazine

Haciendo visible lo invisible

Para la Louis Vuitton 37ª edición de la Copa América, la multinacional tecnológica Capgemini permite ver el viento en el campo de regatas.

«El viento se oye, se siente… y ahora también se ve». Esta frase, dicha ayer en el puerto de Barcelona, podría ser la de un poeta o la de un chamán inspirado. No fue así. La afirmación fue de Laurent Perea, Máster en Ciencias por la ENPC o École Nationale des Ponts et Chaussées de París y por la ETSII o Escuela Técnica Superior de Ingenieros Industriales de Madrid.

Perea es el director general de Capgemini Engineering en España desde primavera del año pasado. Dirige las 4.000 personas que trabajan en nuestro país para esta división de una empresa que globalmente tiene 340.000 empleados en 50 países, de los que 62.000 son ingenieros y científicos. El nombre de Capgemini y su logo están estos días por todas partes en el litoral de la ciudad que acoge hasta octubre la Louis Vuitton 37ª edición de la Copa América. Es Partner o asociado global de las regatas junto a la aerolínea Emirates, la multinacional de moda, perfumes y cosméticos Puig, la gigante Coca Cola, la banca Unicredit, la constructora de automóviles Cupra y la naviera Explora Journeys.

«Capgemini no está sin más en los lugares donde quiere estar», nos comentaba también ayer Angeles García Molero, vicepresidenta y directora de Comunicación y Marketing de esta sociedad en España. «Nos implicamos en un evento cuando tiene sentido hacerlo y cuando estamos directamente relacionados con lo que pasa. Dejamos huella», nos comentaba la que también es patrona de la fundación Capgemini.

Y la implicación de esta multinacional en esta Copa América en la que ya han caído los equipos suizo y francés, es muy profunda. Que su nombre aparezca regularmente sobreimpreso en las pantallas que sintonizan las regatas, como el resto de los asociados, tiene un doble sentido: obviamente ‘estar’ y dejarse ver ante una audiencia millonaria, aunque también es por algo muy importante que se ve en esas mismas pantallas: el viento. Algo absolutamente novedoso: hacer visible algo que está, que es fundamental en el mar (y en la vida) aunque no se capta a simple vista. 

Una de las ultimas fotos del Alinghi participando en la Copa de 2024. El equipo suizo cayó eliminado ayer en un día muy intenso.

Un gran reto  

Y es que tras estar presentes en proyectos deportivos en tierra, como el Rugby, que es casi religión en Francia, en golf y en circuitos de velocidad, con proyectos de Hypercars, Capgemini ha saltado al mar de la mano de las regatas más antiguas del mundo. Tal y como nos comentaba ayer Xavi Navarro, XR Technical Lead de Capgemini Engineering España, sobre el campo donde los veleros compiten, hay dos helicópteros dando señal de video: uno el Top View, que ofrece planos generales y un segundo que ofrece las tomas más cercanas y espectaculares de las maniobras de los veloces AC75. También en tierra hay equipos tecnológicos desarrollados por su empresa que los complementan para obtener más información de la que se ve.

El helicóptero superior, un Eurocopter AS355, es un ojo que todo lo ve desde una altura casi constante sobre el Mediterráneo. Lo que muestra es una visión de todo el campo, que es donde se la juegan todos los participantes: han de realizar un circuito que va variando un tanto en longitud dependiendo de los vientos reinantes y lo ha de hacer un número de ocasiones para llegar más rápido que el oponente (se corre de dos en dos) a la línea de llegada que coincide con el punto de partida. La única ayuda que tienen los barcos y sus ocho tripulantes es el viento.

Veleros AC40 para las otras dos categorías de la Copa América. Capgemini ha desarrollado un simulador de entrenamiento que reproduce todos los retos de navegar en ellos.

La imagen pura que toma el AS355 desde las alturas es la de una franja de agua despejada entre boyas. Todo lo demás, para hacerlo inteligible, viene generado por la postproducción y las imágenes del campo completo se ven mejor… como también se ven los nombres de los asociados. Eso es una mezcla de lo real y lo virtual, a lo que desde este año se añade el viento gracias a tres dispositivos que con un láser (que es inocuo, un punto a aclarar) barren constantemente el campo de regatas desde tres puntos del litoral. La convergencia de estos permite que el campo de regatas pueda dividirse en cuadrículas de 10 x 10 metros, y gracias al sistema Windsight IQ se sabe cuál es el viento en cada recuadro, una información que gestionan los equipos de Capgemini.

Ejemplo en realidad aumentada de los diferentes vientos en el campo de regatas configurado paralelo a la costa de Barcelona, proporcionados por los sistemas de Capgemini.

En todas las pantallas

Eso es lo que, desde esta edición de 2024, puede ver cualquier espectador desde su televisión, pantalla, dispositivo móvil o cualquier elemento que esté conectado a la impecable retrasmisión de las regatas por tierra, mar y sobre todo aire, gracias al helicóptero-cámara que todo lo ve y al sistema LiDAR (light detection and ranging), fusión de sensores y computación científica para revelar el viento en gráficos de realidad aumentada (AR) y realidad virtual (VR). Los datos del campo de viento también se transmiten en tiempo real a un simulador de yates y se utilizan para crear una simulación en vivo del llamado ‘barco fantasma’ que puede proyectarse en el campo de regatas mediante gráficos de realidad aumentada y virtual. Mostrará la trayectoria óptima que deben seguir las tripulaciones en función de las variaciones medidas en la presión del viento, las brisas, la orientación y la velocidad.

“Cuatro elementos determinan el ganador de la regata: el diseño del barco, el equipo, el agua y el viento. Antes y durante la regata, los comentaristas podrán ver los patrones de viento en tiempo real y explicar a los espectadores las opciones de los barcos que compiten. Al poder ver el viento invisible y comparar el rendimiento real de los equipos y sus decisiones tácticas con las rutas óptimas, el público podrá seguir la regata y participar en ella a un nivel completamente nuevo”, decía hace unas semanas Grant Dalton, el consejero delegado y cara más visible de la organización de la Copa América.

Y ya está pasando: si antes la retransmisión de una de estas regatas era todo un espectáculo, con estos añadidos tecnológicos para más información y disfrute de espectadores y aficionados, la experiencia ha subido algún escalón más… con una pregunta lógica a posteriori: ¿Para la 38ª edición de la Copa América los tripulantes y protagonistas de las regatas también podrán disponer de esa información? 

Las regatas son todo un espectáculo en el mar… aunque en la pantalla es una gran manera de disfrutarlas.