Una de las parejas eternas de Hollywood, la que conforma los actores Michael Douglas (Nueva Jersey, EEUU, 79 años) y Catherine Zeta-Jones (Swansea, Reino Unido, 54 años), ha puesto en venta su espectacular mansión de Irvington, un pueblo costero de Nueva York, por 12 millones de dólares (11,2 millones de euros). Bañada por el río Hudson, es una casa de cuento norteamericano con toques modernos de 12 acres, que les costó originalmente 4,5 millones de dólares en el año 2019.
Lejos del bullicio de la gran manzana era donde Catherine y Michael querían crear su nido familiar. Según el diario Wall Street Journal, Zeta-Jones dice que la ponen a la venta ahora «porque ya sus hijos no viven en casa y sus obligaciones profesionales no les permite estar mucho en casa». Además de esta forma, podrán viajar de manera más relajada por Bermudas y Europa, como se sabe que le gusta a hacer a Douglas después de haber pasado su 80ºcumpleaños en un pueblo de Mallorca como un ciudadano más.
La mansión es conocida como Longmeadow y ahora está en manos de la agencia Compass para encontrar a sus nuevos dueños. Su origen se encuentra en 1929, nació como una mansión de estilo gregoriano que ha sido el hogar de figuras como Charles Lewis Tiffany, fundador de Tiffany & Co., la familia Matthiessen, comerciantes de azúcar, Leonard Yablon, exdirector de Forbes Inc., quien vendió la propiedad al matrimonio de oscarizados. Una de sus últimas apariciones públicas fue el pasado abril, al ser el escenario de una recaudación de fondos para la campaña de reelección de Joe Biden.
Longmeadow y su gran personalidad
La propiedad cuenta con 1.078 metros cuadrados distribuidos en cuatro plantas, con ocho dormitorios en suite, 10 baños completos y dos aseos. La planta baja está dedicada al ocio, ya que tiene un gimnasio, una gran sala multiusos y una piscina cubierta climatizada con vistas al exterior. La suite principal incluye un área de estar con chimenea, vestidor y un baño lujoso con bañera de mármol.
La casa también tiene un estudio con acceso a una biblioteca de dos plantas conectadas por una escalera de caracol, varias salas de estar con chimeneas, un salón con bar y un amplio comedor. Los jardines conectan con el río, y hay zonas al aire libre ideales para cenas y eventos, además de un garaje con capacidad para cuatro vehículos.
Aunque la propiedad ha sido actualizada, los actores conservaron elementos históricos, como las chimeneas antiguas y los revestimientos de madera.