Hong Kong, Londres y Madrid encabezan un estudio mundial sobre ciudades que luchan contra las enfermedades cardiovasculares.
El City Heartbeat Index, publicado por la World Heart Federation (Federación Mundial del Corazón), clasifica cincuenta ciudades de todo el mundo en función de cómo protegen la salud de sus habitantes con diversas medidas, entre ellas la prohibición de la publicidad de comida basura y la lucha contra la contaminación atmosférica.
Hong Kong se clasificó como la mejor ciudad del mundo, con zonas de bajas emisiones y aspiradoras de smog.
Londres ocupó el segundo lugar y obtuvo una alta puntuación tras introducir políticas sanitarias en toda la ciudad en torno a las dietas poco saludables, el tabaco y la contaminación atmosférica.
Madrid ocupó el tercer puesto, seguida de cerca por Berlín y Nueva York.
Según el informe, las ciudades más ricas tienen ventaja en cuanto a recursos y datos, y como resultado también tienen una mayor esperanza de vida y un envejecimiento más saludable.
Por ejemplo, ciudades como Helsinki y Londres tienen una esperanza de vida saludable a los sesenta años.
Pero el estudio también constata que los países de ingresos medios y bajos tienen limitaciones de financiación, infraestructuras y determinantes sociales, como el empleo y la educación.
El presidente electo de la Federación, el Dr. Jagat Narula, declaró en una entrevista que la creciente urbanización ha creado diversos retos socioeconómicos, medioambientales y de estilo de vida.
El Dr. Narula añadió que una combinación de altos niveles de contaminación, trabajo detrás de un escritorio todo el día y acceso limitado a espacios verdes puede aumentar el riesgo de obesidad, hipertensión y diabetes.
Además me dijo que el elevado coste de vida en muchas ciudades, junto con el aislamiento social y un estilo de vida acelerado, también afectan a la salud.
El Dr. Narula afirmó que todas las ciudades que han tenido más éxito en el estudio están recopilando datos de diversas fuentes para ayudar a las autoridades a comprender los problemas existentes y tener un buen acceso a la asistencia sanitaria.
Según el informe, sólo el 22% de las ciudades clasificadas dispone de datos sobre los niveles de colesterol, y sólo el 14% tiene cifras sobre el consumo de grasas trans, lo que, añade, podría crear barreras a la hora de desarrollar políticas sanitarias informadas.
«En este informe hemos intentado medir la salud de todo el mundo de la forma más exhaustiva posible», añade.
«Y esto debería inspirar a la gente a considerar su salud de forma diferente, para que puedan vivir en un entorno más sano y adaptar un estilo de vida más saludable».
«Es un informe muy completo, y esperamos que haga reflexionar a mucha gente».
Glyn Richards, director de sostenibilidad de la empresa sanitaria Bupa, declaró en un correo electrónico que las conclusiones del City Heartbeat Index ilustran el vínculo inextricable entre la salud de las personas y el medio ambiente.
«Apoyamos la recopilación y comunicación de este tipo de datos sobre las ciudades, ya que se trata de una información muy valiosa, y cuantos más datos podamos obtener, más específicas serán las intervenciones necesarias», añadió Richards.
«Podemos apoyar la salud cardiaca y el bienestar de las personas creando ciudades que acerquen a la gente a la naturaleza, que tengan aire limpio para respirar y rutas más frescas que puedan tomar durante las olas de calor», dijo.
«A través de nuestro programa Ciudades Saludables, en Bupa tenemos la misión de hacer que las ciudades sean más saludables mediante intervenciones urbanas como iniciativas ecológicas y animando a la gente a llevar un estilo de vida más activo y saludable».
El estudio fue encargado por Novartis y realizado de forma independiente por Economist Impact.
«El City Heartbeat Index muestra que los numerosos esfuerzos de las ciudades –donde reside más de la mitad de la población mundial– en materia de salud cardiaca son visibles y cada vez más importantes», afirmó en un comunicado la Dra. Vasilisa Sazonov, responsable del área terapéutica CRM internacional de Novartis.
«Existen oportunidades para mejorar la recopilación de datos a nivel de ciudad, incluida la priorización de los factores de riesgo de ECV que normalmente se han pasado por alto, como el colesterol alto».