1.Conoce sus otros trabajos
Averigua todo lo posible sobre la persona que va a formar parte de tu negocio. Los logros que ha conseguido años anteriores te pueden servir para saber cuáles son sus habilidades y sus expectativas dentro de tu empresa.
2. Deja que demuestren lo que dicen
El verdadero talento de una persona se demuestra en la práctica. La teoría te puede convencer pero necesitas algo más para rodearte de los mejores. Proponle un reto y escucha qué haría en ese caso concreto y cómo resolvería el asunto.
3. Intenta que se ajuste al perfil
Los objetivos de una empresa deben de ser claros y seguros. Por ello, intenta que tu futuro empleado tenga las características que pides y esté en consonancia con tu proyecto. De esta forma, aplicará sus habilidades de forma más exitosa que otro que no tenga tanto interés por lo que hace.
4. Fíjate en su actitud
Un profesional que realmente confía en sus posibilidades y está capacitado para afrontar responsabilidades se muestra tranquilo a la vez que ilusionado. Busca a una persona que tenga seguridad y se muestre comprometido. Es un gran sustento para potenciar el talento.
5. Da visibilidad a tu empresa
Es una buena táctica para captar a los empleados más valiosos que hagas público el atractivo de tu empresa. No olvides que los trabajadores de alto nivel quieren formar parte de empresas con un gran potencial. Queda en tus manos que tengan esa imagen de tu negocio.
6. Valora los detalles
Ten en cuenta todos los detalles cuando tengas delante a tu futuro empleado. Es importante como se expresa, cuáles son sus inquietudes y la iniciativa que muestra en la conversación. Son características claves que dirán mucho de sus capacidades.
7. Apuesta por lo diferente
La experiencia es importante pero no lo es todo. No significa que una persona sea mejor cuantos más años trabajados tiene a su espalda. El ingenio es algo que se puede desarrollar por otros métodos o, incluso, puede ser innato. Da una oportunidad y no te ciñas al currículum.