Politics

Harris-Trump: La manera de comunicar marcará la diferencia

La batalla por las elecciones ha empezado. ¿Kamala Harris? ¿Donald Trump? Todo dependerá de su estrategia de comunicación.

Elecciones presidenciales 2024 getty

Ahora que la vicepresidenta Kamala Harris y el expresidente Donald Trump han elegido a sus compañeros de fórmula –el gobernador Tim Walz y el senador JD Vance-, la batalla ha comenzado, y la elección que se ofrece al pueblo estadounidense no podría ser más cruda que la de este año.

Hace tan solo 24 años, George W. Bush, a la derecha, y el vicepresidente Al Gore, a la izquierda, se enzarzaron en una batalla sin cuartel de la política estadounidense de siempre, cada uno con su propia base de votantes, con un pequeño grupo intermedio de votantes indecisos en juego, un grupo intermedio maleable. Qué concepto.

No sólo estaban en juego esos votantes, sino que los temas y las posturas de los candidatos eran dinámicos y, en cierta medida, discutibles. Por ejemplo, el intento de Gore de presentar a Bush como duro en cuestiones sociales no tuvo éxito debido a que Bush se presentaba como un «conservador compasivo». Bush se llevó la mejor parte, pero ambos estaban dispuestos a moverse hacia el centro, al menos hasta donde les llevaran las apariencias.

Cuando empecé a votar a finales de los sesenta, alrededor del 80% del electorado se consideraba moderado, con un 10% en cada franja. Pero las semillas del extremismo habían sido plantadas en las elecciones de 1964 por el republicano Barry Goldwater, que no tuvo más remedio que declarar: «El extremismo en la defensa de la libertad no es un vicio«. Luego sufrió, a manos del Presidente Lyndon B. Johnson, una de las derrotas más abultadas (tanto en votos populares como electorales) de la historia.

En los últimos ocho ciclos electorales más o menos, el electorado se ha polarizado tanto -y los políticos oportunistas de ambos bandos han avivado esas llamas en lugar de apagarlas- que la moderación parece extinguida. Si espera ver eso este año, ¿puedo sugerirle que espere primero al Conejo de Pascua? La cuestión ya no es de qué lado del pasillo está cada uno; es hasta dónde pueden estirar las cosas antes de que se rompan.

Eso nos sitúa en una posición en la que sabemos claramente cuál es la postura de los candidatos sobre cualquier tema. No hay matices de gris, lo que no nos deja otra opción que examinar no lo que dicen o hacen, sino la forma en que lo dicen o lo hacen.

Por ejemplo, ¿qué tipo de anuncios políticos -negativos o positivos- van a publicar? ¿Qué tipo de lenguaje utilizarán, inclusivo o excluyente? ¿Desplegarán una visión clara de Estados Unidos, sin ofuscaciones ni subterfugios? Barry Goldwater fue directo y honesto en esto, hay que reconocerlo. ¿Se alinearán los mensajes de los candidatos con sus bases? ¿Serán sinceros? Comprobar los hechos es fácil, ¿sabes? ¿demasiado común últimamente?

Este año, con los temas y las diferencias tan claros como el agua y más separados que nunca, la forma en que los candidatos los comuniquen marcará la diferencia.

Así lo ve este escritor y profesor adjunto jubilado de liderazgo y comunicación.