La creación original fue de Kanebo, Ten seconds awakening. Tras las noches duras y en las mañanas complicadas, este gel de seda despertaba la piel y te iluminaba. Por motivos más allá de la comprensión de cualquier inteligencia razonadora, un día como otro lo retiraron del mercado.
Me lo había enseñado Boris Izaguirre el año que coincidimos en Crónicas Marcianas. El primero que me compré fue en París pero no llegué a usarlo porque me encontré a Javier Godó en el piso de arriba de la tienda de Serge Lutens en el Palais Royal y decidí regalárselo. Al final Javier es uno de los pocos hombres en España que sabe ser presumido sin caer en la metrosexualidad, y que la misma curiosidad infinita que él tiene por las personas y las cosas es la que él despierta y que va mucho más allá y es mucho más divertida que su cargo y su representación.
Lo más parecido que hoy existe en el mercado al 10 Seconds es el Double Tenseur de Sisley. También es un gel sedoso. Un hombre ha de procurar no caer nunca en estragos que revelen una excesiva preocupación por su aspecto, pero ha de saber atenderlo sin que se note el cuidado. Ir excesivamente disfrazado a Via Veneto como si creyeras que es Maxim’s de los artistas te convierte en alguien un tanto ridículo que no entiende que los clientes de la meritoria casa son principalmente industriales comarcales que cuando bajan a la ciudad quieren sitios caros para exhibir que pueden gastar y que les pongan facilidades en el plato para poder levantarse de la mesa con el genio confirmado. Que Via Veneto haga muy bien su representación, y que la apreciemos, no significa que tengamos que renunciar a nuestra educación para hacerle seguidismo. Es frágil, pero ahí radica la esencia de la masculinidad: en demostrar a la vez que controlas la función y que no eres parte del cast.
Double Tenseur es exactamente esto: la piel despierta, la luz en la cara, tu yo que comparece fresco, iluminado, aunque por dentro estés destrozado. Tu yo regenerado al instante pero sin la excusa del “profesor me tiene manía” que es en el fondo el maquillaje para hombres, que siempre se acaba notando. Tú crees que no, pero créeme: se nota. No tenemos la naturalidad atávica de las mujeres para llevarlo. También lo vemos en ellas, pero no nos damos cuenta porque lo damos por descontado. Bases y colorete no son cosas que un hombre deba usar. Una cierta violencia en la piel -sin rojeces- nos da credibilidad.
A Javier le encantó 10 Seconds y a la salida se ofreció a llevarme con su chófer y yo iba a L’Artisan Parfumeur a comprar Le Voleur de Roses, un perfume de Michel Almairac que fue a lo que olieron mis primeros años en París. Entramos juntos en la tienda y en amable correspondencia me regaló mi perfume y compró otro y yo, al ser de rosas, le pregunté: “¿Es para tu mujer?”, y con su sonrisa encantadora me respondió: “Sí, pero para que lo huela en mi piel”.
Instrucciones para usar Double Tenseur
Instrucción previa. La noche anterior, si ha sido dura, y por mucho sueño que tengas al llegar a casa, es fundamental ducharte, lavarte el pelo, cepillarte los dientes, ponerte desodorante y un perfume suave. Para dormir y que acompañe pero no moleste es muy adecuado el Yuzu de Heeley. Antes de acostarte bebe media Coca-Cola Zero, medio litro de agua y dos ibuprofenos, aunque en aquel momento no te duela nada. Ibuprofenos preventivos, se llama. Según lo que hayas hecho, no te librarás de pasarlo mal por la mañana, pero si me haces caso el dolor será mucho más leve.
Instrucción de choque. Al levantarte, sea cual sea tu estado, procede por este orden de la siguiente manera: bebe toda el agua que puedas, toma otro ibuprofeno, llena la pica de tu baño de cubitos de hielo. No la medio llenes. Llénala. Reúne el coraje que te haga falta para con las dos manos tomar cubitos y te los pones en la cara. No aprietes mucho ni durante mucho tiempo seguido pero hazlo varias veces, hasta que se vayan fundiendo. Tómate tu tiempo. Hazlo a conciencia. No te desanimes. Nota como poco a poco remontas y te haces fuerte.
Instrucción higiénica: dúchate y dúchate largo. Deja que el agua caiga por tu cuerpo. Tarda en enjabonarte. Enjabónate dos veces. Si estás muy dolorido no pienses en nada. Si estás bien piensa en el día que te espera.
Instrucción tensora. Sólo sécate la cara cuando salgas de la ducha, con la toalla de manos. Un hombre no se seca nunca el cuerpo ni usa toallas grandes. Ponte el desodorante, cepíllate los dientes, y entonces toma el frasco de Double Tenseur te aplicas una gota en la yema del dedo índice y la esparces alrededor de uno de los dos ojos; luego haces lo mismo con el otro.
Instrucción moral: sólo una gota por ojo, no más. No hables con nadie de tus excesos ni de que te encuentras mal, huye de esta moda de explicar las miserias y recuerda que el misterio ayuda a mantener el encanto de lo que somos. No te quejes. Tampoco expliques que usas el Double Tenseur, un hombre no habla nunca de sus gadgets, trucos o secretos, más bien deja que hablen por él.